Cada vez es más desesperante según recientes encuestas ,se lee poco y solo se regalan libros en fechas puntuales ,libros que generalmente acabaran siendo presa del polvo ,el libro es ese extraño objeto que se compra y no usa seguramente habrá multitud de personas que vean en el libro un elemento prescindible ya que no se puede hacer ostentación de cara al exterior ,el libro es ese compañero de viaje y noches de insomnio ,amortiguador de momentos de enfermedad cuando hay que hacer reposo absoluto ,mucho más productivo que los previsibles documentales de animales salvajes de la segunda cadena de televisión ,cuyo argumento es la lucha por la supervivencia, hablo con conocimiento de causa y tras visionar una serie completa de estos documentales ,me he jurado a mi mismo no ver más programas de este tipo.
Mi refugio de un tiempo a esta parte es la lectura de todo aquello que cae en mis manos pero una persona sola no puede subir los índices de lectura, en la medida de mis posibilidades trate de poner un programa de promoción literaria en una radio local donde colaboro pero las editoriales al no ser una persona de renombre, no he conseguido mi objetivo de incitar a la lectura a mis oyentes.
Solo se venden libros el día del libro, ese día se consigue el 20% de todo lo que se vende al año, es poco pero tal y como están las cosas aun hay que dar gracias, el panorama futuro es muy poco alentador, de nada parecen valer las campañas institucionales para la motivación a la lectura.
Todo se subvenciona pero la lectura parece ser una cuestión menor y fácilmente prescindible, soy de los que piensan que el libro se va a convertir en un artículo de lujo.
Y el escritor empieza a ser una rara avis.
Cada día me convence mas una idea el escritor a de vender que luego te lean o no eso es otra historia más complicada.
La primera fase es salir del anonimato cuestión casi heroica y hay algo que no entra en mis planes es la autoedición, es un negocio ruinoso para el editor, colocar en el mercado un libro de un desconocido es difícil.
Leer parece una actividad marginal y minoritaria e incluso muy mal visto.
Con un futuro así es mejor dedicarse a rezar a ver si las cosas cambian.