En diciembre se ha… ¿celebrado?… o simplemente recordado, que hacía sesenta años que fueron proclamados los derechos del hombre; también creo recordar que aquello fue proclamado (más o menos) tras la Revolución Francesa; que tampoco sirvió para nada; pero es claro, que los que viven «del trabajo del hombre», tienen que celebrar parafernalias tras parafernalias, para entretener al personal; que ya ni les hacemos puto caso, puesto que estamos convencidos que ya todo son mentiras… se ha perdido la dignidad y los que dicen gobernarnos, sólo emplean palabras y palabras y se camuflan similarmente a como lo hace… «la mantis», que ya sabemos que se come hasta al macho que la acaba de fecundar.
Pero conviene recordar que en 1948 y cuando se hizo tan rimbombante proclama; Europa entera estaba hambrienta, destrozada por guerras intestinas (España) y la denominada y más destructiva de todas las habidas… «II Guerra Mundial», por tanto y salvo América, a todas partes del mundo llegaron los efectos de aquella maldita guerra, que nada iba a solucionar, puesto que tras la apariencia de un progreso (que sólo fue material) la realidad nos lo demuestra hoy por la decadencia en que nos encontramos; y sin que las guerras y demás latrocinios fueran erradicados, como presumían entonces… «los nuevos amos del mundo»; pues todo fue eso… «un mundial quítate tú que me ponga yo». En fin, ya digo… lo de los de «la legalidad, igualdad y fraternidad»… que terminó con la guillotina y miles de cabezas fueron separadas de sus troncos, hasta que Napoleón… «logró decir basta»… y al que también al final, «se lo cargaron»; prevaleciendo de nuevo «las testas coronadas y todo lo que conllevó»; ahora serían «otras testas sin corona y además trabajando en la sombra y sin que les viéramos ni les veamos el coco»; los que mandaron y mandan, no son los que vemos en primera línea; estos son «los mandados».
Había, ya digo que, en 1.948 decirles a los supervivientes y demás masas hambrientas «de todo», el que sería instaurado un nuevo orden. Y así con toda la pompa imaginable fue escrito y proclamado para todo «el mundo mundial» que…?
«Considerando que la libertad, la justicia y la paz del mundo, tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana…» Y tras estas «enormes» frases del inicio del preámbulo, fueron escritos innumerables etcéteras, que por lo que ha ocurrido después y sigue ocurriendo; no sirven ya ni para papel higiénico. Como tampoco sirvió aquello de… «Amaros los unos a los otros»… pues terminó en todo lo opuesto y que yo resumo en otra frase… «mamaros los unos a los otros»; y en esa mamancia se sigue y tratando siempre de vivir… con el sudor del de enfrente, explotándolo al máximo. Tampoco sirvió aquello más antiguo y que data de milenios atrás… «No hagas a nadie ni a nada vivo, nada que tú no quieras que a ti te hagan»… «tampoco des a un hombre un pescado, mejor enséñalo a pescar. O sea y más contundente, que todo estaba dicho y escrito milenios antes de aquel 1948 y de su frío diciembre, que congeló no sólo a los cuerpos, sino también a las almas de casi todos y los que nacieron después, que siguieron siendo iguales o similares a tantos anteriores.
Pues… ¿Qué queda y que realidad hay de toda esa tinta impresa? Recordemos que tras aquella firma, se iniciaron una serie de guerras y exterminios que aún no han acabado, pero por si alguien no lo sabe o recuerda… fue el mismo año en que se le dio patria a los judíos, que desde entonces (o antes) siguen en guerra con los palestinos… que no olvidemos, son «hermanos semitas»; también recordemos a Indochina (había que cargarse al imperio francés, tras cargarse al británico, también al holandés y al belga y luego al portugués)… guerra que heredaron los norteamericanos y que les costó… «ni se sabe»; aparte de perderla. Antes fue la de Corea (que quedó en tablas); la también interminable entre hindúes y paquistaníes (tras asesinar a Gandhi); las otras varias que asolaron el sudeste asiático y así en una sarta de exterminios… se llega a los exterminios más recientes en ese «campo de carnicerías continuas cual es Irak y gran parte de África». Y ahora estos inútiles que dicen gobernar al mundo, nos vienen con conmemoraciones… ¿de qué y para qué?… mejor disuelvan la ONU y el dinero que allí se malgasta, que lo dediquen para pan y otros alimentos necesarios para los que se mueren de hambre… y que mueren por cuanto la explotación brutal a que son sometidos sus territorios, ya no les dan ni para comer lo mínimamente necesario.
¿Era necesario todo ello para llegar a la realidad de hoy y en que cada vez unas minorías controlan las mayores riquezas mundiales, simplemente para luego despedazarse entre ellos y que sean menos… los más poderosos?… pobrecitos, de verdad que aparte de asco… me dan lástima, aparte de una risa muy amarga.