Factoría de Ficción ha comenzado a reponer los capítulos de una de las mejores series cómicas de la historia de la televisión: Friends. Diez años en antena y numerosos premios, así como audiencias impensables para este genero antes de esta serie la avalan. Es una apuesta segura cuando las audiencias bajan y los programadores de las cadenas andan faltos de ideas y estresados por la competencia.
Yo fui fan de Friends durante años y, aunque me encanta, cuando has visto una serie de cabo a rabo durante tantos años, pasa a convertirse en una alternativa para una de esas tardes perdidas de sofá que ya no abundan precisamente. Sin embargo, para el día a día y la sobremesa cotidiana, yo prefiero que me pongan algo nuevo.
Muchas han sido las series que han sucedido a Friends, han intentado recoger su testigo y no han podido. Ni siquiera la consabida «Joey», el spin-off de Friends, pudo con la losa de la fama de su predecesora. Pero hace tres años y medio, esto empezó a cambiar.
Desde Friends yo no me había reído tanto. Y es que aquella comedia había dejado un hueco tan grande que ninguna otra había podido llenarlo hasta el momento. Me estoy refiriendo a The Big Bang Theory, que suele emitirse, aunque no en estos momentos, en Antena 3 TV y Neox.
Esta serie comenzó con una primera temporada que muchos calificaron de floja y sin mucho sentido ¿a quien iba a interesar la vida de cuatro frikis superdotados? Cuatro empollones que trabajan en la Universidad de California y cuyas vidas se centran en jugar a videojuegos y a juegos de rol, ver series de ciencia ficción en la tele y navegar por Internet, además de coleccionar cómics, algo en lo que son absolutamente fanáticos. Pues evidentemente a todos aquellos que se pueden ver reflejados de alguna manera.
Y es que la vida de estos cuatro peculiares personajes se ve enrevesada de la noche a la mañana por la llegada de la «vecina de al lado». Una joven solo con el diploma del instituto que trabaja de camarera en una de las cadenas de comida rápida más conocidas de Estados Unidos y que aspira a ser actriz. La llegada de la chica nueva hará mucho más interesante la vida de estos cuatro solitarios que empezarán a adentrarse más en el mundo real, mientras que a ella le servirá para descubrir que puede aspirar a encontrar algo más en un chico que músculos y aspecto exterior.
Aunque parezca que Friends no tenga demasiado que ver con esta serie, me gustaría destacar algunos paralelismos, ya que pueden ser la clave de que ésta se esté convirtiendo en la sucesora de la ya mencionada frente a otras que con muchos más parecidos aparentes no han llegado a calar tanto en la audiencia.
¿Recuerdan la canción «Gato Apestoso» (Smelly Cat) que Phoebe cantaba en el «Central Perk»? Bueno, pues en esta serie se canta «Dulce Gatito» (Soft Kitty) cada vez que Sheldon (el más extravagante de todos los protagonistas) se pone enfermo. No es casualidad que Phoebe fuese la más extravagante de los protagonistas de Friends y que el más extravagante de Big Bang le guste una canción de gatos.
El piso de los chicos, que se haya a la derecha, es el más grande y donde se suceden las tramas principales. En Friends era el piso de las chicas, pero también estaba en el mismo lado y era el piso donde realmente pasaba todo, recordemos que el final todos dejaban la llave del piso, y es que ese piso era tan protagonista como los propios protagonistas, todos tiene una llave y está claro que del piso de Sheldon y Leonard también tienen llave todos los demás, ya que entran siempre sin llamar, al igual que pasara en Friends.
Y por último, la relación entre Leonard y Penny es prácticamente calcada a la de Ros y Rachel. Recordemos que Rachel era camarera sin estudios universitarios y Ros es Doctor en antropología. Leonard es Doctor en Física y Penny, como ya hemos visto está en la misma situación que Rachel.
Pero el mejor paralelismo de todos sería el de la esencia de Joey Tribiani. Porque, en Friends teníamos seis protagonistas, pero aquí solo tenemos a cinco -aunque recientemente las incorporaciones de Melissa Rauch (Bernadette, la novia de Wolovitz) y Mayim Bialik (conocida por su personaje de Blossom y aquí interprentado a una clara versión femenina de Sheldon con ciertas tendencias a la ambigÁ¼edad sexual) han alterado un tanto ese equilibrio-. Chandler es obvio que sería Howard Wolovitz (Simon Helberg). Mónica se vería más reflejada en el mismo Sheldon (Jim Parsons), de hecho, en ambas series queda patente que son el personaje con el que nadie quiere compartir piso. Además, sus relaciones con sus respectivas madres son de «te quiero pero no puedo estar de acuerdo contigo». Phoebe, que es un espíritu libre sería Raj (Kunnal Nayyar). Y como ya hemos dicho, Leonard (Johnny Galecky) y Penny (Kaley Cuoco) son Ros y Rachel. ¿Y que pasa con Joey. Está en todos y cada uno de ellos. Sheldon es muy inteligente, pero raya a veces la ignorancia que veíamos en Joey. Lo mismo sucede con Penny cuando no consigue comprender alguna explicación académica, en cualquier caso, la retahíla sobre física que Penny se aprende en «el experimento Gorila» recuerda aquel capitulo en el que Joey se aprende un tomo de la enciclopedia para poder hablar de algo con los demás y no parecer un idiota. Howard además es el antitribiani. Por más que lo intenta no liga y cuando lo hace le acaban rompiendo el corazón -aunque ahora tenga novia, ya veremos cuanto dura, porque recientemente Raj se ha enamorado de ella y ya sabemos lo que pasa cuando las chicas se fijan en Raj-. Joey siempre liga, claro que eso no le exime de que a veces le rompan el corazón, como cuando Chandler le quitó la novia, algo que se refleja también en un capitulo de Big Bang cuando Howard cree que ha ligado con una doctora y la chica se acaba liando con Leonard. Y es que Joey está en cada uno de ellos. Raj siempre liga, sobre todo si bebe alcohol, la única manera para él de poder hablar con una mujer. Y Leonard… a veces se siente tonto entre tanto genio, pues como bien decía Sheldon al final del episodio piloto con los cinco metidos en un coche, él era de los cuatro el que tenía más posibilidades de ligarse a la chica, y es que no es el más brillante, una constante que le hace sentirse inferior al resto. Pero la más clara alusión es la propia Penny. Penny quiere ser actriz y Joey era un actor que casi nunca tenía trabajo y cuando lo tenía, siempre pasaba algo que lo fastidiaba todo.
Si después de todo esto alguien sigue dudando de que esta es la serie que definitivamente puede llenar el hueco de Friends me remitiré a las pruebas, Emmy a mejor actor de comedia, Jim Parsons (Sheldon) en el 2010 y Golden Globe en la misma categoría para el mismo actor en 2011 así como traspaso de la serie en la CBS de los lunes noche a los jueves noche, la noche más peleona de las audiencias, por no mencionar que es prime time (horario de máxima audiencia).
A resultas de todo esto yo me pregunto ¿a que espera Antena 3 para continuar emitiendo la serie en vez de seguir reponiendo capítulos de Dos hombres y medio? -la cual, por cierto, es del mismo productor que Big Bag, Chuck Lorre-. Mientras tanto, siempre nos queda rememorar viejos tiempos los fines de semana en Factoría de Ficción.