“La chusma no teme a nada más que al entendimiento. Debería temer a la necedad, si comprendiera que significa la palabra terrible”
Goethe
Los hermanos Oppermann, de Lion Feuchtwanger
En estos tiempos confusos y no menos amenazadores, que corren sospechosamente inclinados a la recuperación de “hazañas” antisemitas propias de un pasado de terrores, suele resurgir de la noche al día, cuando la economía flaquea por extrañas operaciones que dan excesivas ganancias a los de arriba y aprietan con más puntos la correa del poder ultraconservador: el culpar a los judíos captando el descontento del sector social más castigado por la explotación.
Quienes amamos y defendemos las libertades, la democracia transparente y equitativa, luchando en favor de la ética y contra los cínicos eufemismos que patrocinan muchos políticos, debemos de prestar toda atención que nuestro compromiso de conciencia nos permita, para afrontar esta amenaza y peligrosa xenofobia que sobrevuela sobre el judaísmo, que no sionismo.
Este virus maligno va creciendo, se expande en el viejo continente agitando consignas hitlerianas a lo que se une una demagogia feroz del republicano Trump intentado alcanzar la locura de Masa y Poder.
De aquí comentar como muestra esta obra maestra de Lion Feuchtwanger (Munich 1884- Estados Unidos 1958), Los hermanos Oppermann. Ejemplar novela de rica literatura testimonial, meditación de sensatez a la vez que disfrute de una narración conmovedora, que tiene como protagonistas personajes de origen judío de la alta burguesía berlinesa de los años treinta, cuya personalidad social, ante el fenómeno del nazismo se siente alarmada dada la desfachatez de la chusma y el poder que provoca la esquizofrenia, componiendo un retrato vivo del trágico suceso padecido por los judíos alemanes sin distinción de clase social cuando el poder de Hitler.
La familia Oppermann contempla con cierto estupor e inquietud el ascenso de las hordas del nacionalsocialismo perturbador con sus tronadores cantos populares, por su vida privada y comercial. Indecisos, se interrogan apoyados ingenuamente por la libertad y la cultura de los pueblos de los que ellos se sienten partícipes, frente a la barbarie que se cierne sobre sus cabezas. Estado que no quieren aceptar aferrados a la débil fuerza y esperanza de la razón. Razón que me ha llevado a una nueva lectura pendiente de Los hermanos Oppermann publicada hace unos años, por considerar esta novela ejemplar espejo del panorama actual, palpitante crónica de un escritor que fue considerado peligroso para el régimen implantado por Hitler, su cuadrilla y un pueblo en su mayoría enfebrecido y fanatizado, que comenzó pronto su persecución.
Lion Feuchtwanger
Famoso como novelista ya con su primera novela, Jud SÁ¼ss (El judío Sus), publicada en 1925. Corría el año 1933 cuando asistía a una gira de conferencias en Estados Unidos, en Washington D.C., coincidiendo con la llegada de Hitler al poder en Alemania. Siendo el todavía embajador alemán, Friedrich Wilhelm Von Prittwitz und Gaffron, quien le recomendó que no volviera a Alemania. Su casa había sido saqueada, perdiendo así algunos de sus manuscritos, lo que en parte en vez de perjudicar su producción literaria por la furia perseguidora de Hitler lo convirtió es un mérito ciertamente difícil de igualar como escritor.
La historia se inicia en 1932 cuando faltan unos dos meses para que la novela coincidiera en 1933 con llegada de Hitler al poder como canciller, previendo los hermanos Oppermann como “Se avecina una época en la que el gran animal humano parcialmente subdesarrollado, volverá a encontrarse a sí mismo” Al inicio de la historia de esta novela se percibe cierta alarma, cuando el más culto de los hermanos vive pendiente de poder comenzar su biografía sobre el filósofo Lessing celebra su cincuenta cumpleaños. Familia adinerada ejemplo de un liberalismo social nada comparable el de hoy en esta España irredenta, es un día alegre. Y también el principio de un desastre que se cierne sobre las sus cabezas y equilibradas vidas, compartida socialmente con sus numerosos trabajadores de diferentes profesiones. Pero no pasaran muchos meses de la llegada de estremecedoras vicisitudes e humillaciones por parte del poder cada día más fuerte del nacionalsocialismo, con el objetivo brutal de la eliminación del pueblo judío de forma progresiva, intentando disimular tras una envolvente propaganda envuelta todo un proceso de aniquilación de cualquier átomo de libertad y derechos humanos.
La familia Oppermann es despojada de sus negocios de muebles pausadamente, a la vez pasa a ser víctima de los conceptos históricos del fascismo en uno de sus jóvenes vástagos, que se ha enfrentado a su profesor al obligarle este a un trabajo histórico manipulado, contra el que presenta otro con sus propios criterios exponiéndose a un enfrentamiento con la enseñanza en manos de la dictadura, que le llevará al suicidio. La otra muerte forzada de la familia fue del tío Gustav condenado a trabajos forzados hasta su total aniquilamiento. Inocencia y compromiso consigo mismo al dejar su agradable vida en Suiza donde se había refugiado y optar `por volver a Alemania a luchar contra la locura de Hitler. Esto le llevó a acabar con su vida y esa pasión por terminar su biografía sobre el filósofo de origen judío Theodor Lessing. Los otros hermanos y familiares lograron escapar del exterminio. Impresionante obra literaria y testimonial que nos recuerda cómo posible la llegada de la tenebrosa barbarie y analizar el tenebroso fantasma que sobrevuela sobre nuestras cabezas.