El conocimiento de los mayas y su capacidad de anticiparse a los hechos son realmente asombrosos. No sólo lo dice Amando Lacueva, autor de la recientemente publicada novela “El sexto Sol” en su presentación. También lo reconocen la Nasa y muchos otros científicos que estudian cómo este pueblo logró predecir lo que ahora ciertos dirigentes siguen negando. En las creencias de los Mayas, todo lo que ocurre en el mundo es cíclico y se extiende sobre un periodo de 25.000 años dividido en cinco etapas de cinco mil años. A cada etapa corresponde un sol y el sexto sol, en teoría el último, se refiere al fin de los tiempos o el inicio de una nueva era, como quiera concebirlo el lector.
El Rigor científico de la mitología maya
Tras un periodo de investigación de casi dos años, el escritor Amando Lacueva se convierte en un portavoz privilegiado de la cultura maya y, con la publicación de su obra, llama la atención sobre la llegada del sexto sol previsto normalmente para el 25 de Diciembre de 2012. Más allá de los sensacionalismos que puedan usar los grandes productores cinematográficos y que auguran un fin del mundo, el autor se refiere únicamente a esa fecha como un momento clave de la Historia para “reflexionar y sacar conclusiones”. Asimismo, Lacueva explica que la mitología Maya se diferencia de las demás por su rigor científico y lo ilustra con los tres calendarios creados: uno civil, otro de cuenta larga y otro sagrado, que toman en consideración la inclinación del planeta y han sido reconocidos por la Nasa como casi exactos (con una desviación mínima).
Las profecías de los textos mayas apuntan a un calentamiento que acabaría en una era de glaciación. Esta aparente contradicción se explica por el derretimiento de los glaciares que provocaría a corto plazo el auge de las temperaturas, la entrada de una ingente cantidad de agua dulce en los océanos y, consecuentemente, la inversión de las corrientes de agua y de aire. Todo esto ya se va comprobando en los últimos años y, según Amando Lacueva, los mayores indicios son el aceleramiento y la concentración de las catástrofes naturales. Cabe destacar el número de inundaciones en los últimos meses (Madeira, China, Amazonia…) y los temblores repetidos de la tierra que no son otra cosa que gritos de la naturaleza.
El tiempo del No tiempo
“El tiempo en el que nos hallamos ahora es el tiempo del No Tiempo”, asegura Amando Lacueva señalando el periodo especial de veinte años que los mayas anteponen al fin del mundo (de 1992 al 2012). Este periodo ha de concebirse como una etapa crítica en la cual el Ser Humano ha de reflexionar, cuestionarse y replantear ciertas fórmulas. “Esto es lo que tenemos que hacer ahora, sin perder tiempo, y confiando en que somos capaces de encontrar soluciones”, comenta el autor con un notable positivismo. A este periodo sigue otro llamado “El salón de los espejos” en el que el Hombre tendrá que enfrentarse a sus miedos. De ahí, la necesidad que la reflexión sea realmente profunda y sincera para que el Hombre supere este momento crítico y encuentre un modo de vida más equilibrado.
En su libro, Lacueva ha querido conciliar la filosofía maya con la actualidad y describe una investigación amena y entretenida. Se mencionan los últimos descubrimientos de la Nasa pero, también, interviene fuertemente la imaginación. Así pues, el autor pretende con esta novela que entremos de una vez en el “Tiempo del No tiempo” y que encaremos nuestro miedo a cambiar.