Este nuevo libro de Francisco Vélez Nieto, Recuerdos de un tiempo vivido, conjuga dolor y vivencias que, gracias su calidad literaria, a la singularidad de algunas personas de Lora del RÃo, ha nacido esta obra compuesta por 24 relatos reales y 28 poemas; y aun pretende hacerse un pequeño rincón en el campo de la autobiografÃa, aunque no es ese, ni mucho menos, su principal propósito.
La pasión del autor viene del deseo y la acción. Vélez Nieto sabe bien que este es un paÃs de pÃcaros y de mediocres, donde la cultura –algo de capital importancia para él- no está tampoco a la vanguardia de lo mejor. Asà nace la rabia el dolor al ver tal cantidad de grados de mediocridad. “El catetismo garbancero y el mal folclore –dice- perjudican mucho. No olvidemos que España es un paÃs donde se subvenciona la idiotezâ€.
Quizás por eso, Recuerdos de un tiempo vivido comienza con una cita de su admirado y poeta de altura César Vellejo, con un bello y largo fragmento, hondo, curioso y reflexivo a la vez.
E inmediatamente comienzan los temas, que son principio y acaba con unos poemas. Se siente que cada relato es un trozo de la vida del autor. Y todo, amenizado con un sinfÃn de fotografÃas de la época; la mayorÃa -no podÃa ser de otra manera- de semblante gris y triste.
Pero antes, en ´Los adioses finales´ habla Vélez de los que se van marchando. De sus amigos, paisanos o simplemente conocidos. “Esos que nunca dejarán de ser algo de uno, esa propiedad que el lector adquiere en el silencio […]. Y sucede que esa soledad golpea en la mente, incluso en el momento que más animado pueda sentirse unoâ€.
Tras prólogo e introducción, aparece un magnÃfico artÃculo, publicado en Diario Siglo XXI y, a partir de ahÃ, todo lo que sigue habÃa ya visto la luz en la Web de Lora del RÃo, población del autor, aunque hace años que reside en Sevilla.
El primer relato, bello texto cargado de angustia , rinde honor a las esperanzas rotas. Recuerda, cuando jugaba a la pelota en medio de la calle “…aquella niñez mÃa en la Roda Arriba, las esmeradas pelotas hechas de papel de cemento por Rafaelito el de la Morena […]. La vida de aquellos hombres y mujeres que volvÃan de una dura y larga faena, por un salario de miseria; ellas ganaban la mitad, unas seis pesetas, y soportando el machismo soez de muchos manijeros y señoritosâ€.
El titulado ´Mi amigo Pedro Beltrán´, un muchacho que estudiaba el idioma de Voltaire para hablar con ParÃs. “Lengua no cristiana para el orden establecidoâ€.
Y asÃ, con los 24 relatos y 28 poemas que ya se han comentado, se llena de vivencias este libro. Tristes y rebosantes de dolor la mayorÃa de los temas, aunque también otros de tonos “menos dolientesâ€. Aunque en general sin artificio. De carácter denso y reflexivos, a la vez sencillos y directos al corazón. Dicen que los buenos libros no son los más sesudos, sino los que mejor llegan al alma del lector. Y Recuerdos de un tiempo vivido llega de verdad.
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Estas últimas palabras podrÃan también decirse a la poesÃa, cuyo tÃtulo Poemas del Recuerdo, de los que ya hemos dado puntual cuenta en dos ocasiones durante el desarrollo de esta reseña, su temática va muy en la lÃnea de la prosa –sencilla pero punzante- y, por lo general son poemas cortos.
Es claro que Francisco Vélez Nieto, además de un buen escritor de relatos y reseñas es un poeta, un buen poeta. Por eso van siempre juntos. Quién es poeta lo es para toda su vida. Puede callar durante periodos más o menos largos en “dique secoâ€, pero vuelve siempre. Vicente Huidobro dijo: “La poesÃa es un reto a la razónâ€. Y una razón lúcida en un poeta es fresca fuente de permanente creatividad.
Entre estos versos de la segunda parte de Poemas del Recuerdo no podÃa faltar el archiconocido ´La maleta de madera´. En él hay un exacto ajuste entre sentimiento e imagen. Describe con precisión y belleza la maleta de manera que llevaban los emigrantes y que servÃa tanto de lecho como de asiento y hasta de mesa. Y simboliza la pobreza, la prisión y ese “trágico capÃtulo / de nuestra historia / de tercera en terceraâ€.