1. Pasa, hija, le pidió el profesor fray Servando a Marthita. Cuando la niña entró a la oficina, el profesor fray Servando echó el cerrojo, y, suspirando y al borde de las lágrimas, le dijo a la rubia niña, No sabes lo pecadora que eres.
2. Sabes que te quiero sobremanera pero no voy a permitir que sabotees el futuro de mi hijo por el simple capricho de querer ser su madre, le susurró Pedro a Isabel, en seguida, la espetó con el cuchillo del pastel por la barriga y el nonato conoció el sabor de la fresa.
3. Suena el teléfono celular, canción de tono: Mama kin’, en la versión de Aerosmith, Inés contesta, es Erika, quien le pregunta: ¿Qué pasó, hermana, dónde estas? Vengo camino a casa, amanecí en el parque, degollada, pero el whisky estuvo buenísimo, le informa Inés a su entrañable amiga.
4. A Pamela se le eximió de nacer. Un buen día simplemente se levantó del pasto, estirándose y bostezando. Enfiló a la ciudad arrastrando los pies al caminar y al atardecer llegó a una casa cualquiera. Tocó a la puerta y dijo: Hola, madre. Hola, hija. Pasa. Su madre la felicitó por su cumpleaños y le hizo su comida favorita y toda la familia se reunió esa noche para cenar.
5. Festejaban su décimo aniversario de bodas en el restaurante más lujoso de la ciudad cuando ella exteriorizó la duda que le había quitado el sueño los últimos meses. Suspiró profundamente, y, tomándolo de las manos, le preguntó: ¿No crees que lo nuestro es un mal entendido que se ha prolongado durante mucho tiempo, Noé? A lo que él sólo atinó a responder, Mi nombre es José.
