Navarra esencial: lo que no puedes perderte de la Comunidad Foral
El Gobierno de Navarra ha creado el producto denominado “Navarra esencial” dentro del Plan Integral de Turismo de Navarra que engloba todo aquello que ningún turista debe dejar de conocer al visitar la Comunidad Foral. Lo que el visitante no puede perderse de Navarra se agrupa en cinco productos básicos la identifican y la diferencian del resto: el Turismo de Naturaleza, y los Pirineos; el Turismo Cultural y el Camino de Santiago; Gastronomía y Vinos; el Turismo Rural y las Fiestas y las tradiciones, haciendo especial hincapié en los Sanfermines.
Turismo de naturaleza
Entre los atractivos ligados a la naturaleza que ofrece Navarra, ningún visitante debe perderse el Parque Natural de las Bardenas Reales, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Un paisaje semidesértico de 42.500 hectáreas que impacta y sorprende con cada nueva visita.
Los Pirineos, al norte de Navarra, brindan instantáneas majestuosas como los imponentes escarpes del macizo de Larra-Belagua o las grandes extensiones de la Selva de Irati, segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa, después de la Selva Negra de Alemania. La cadena montañosa declina suavemente de este a oeste y es entonces cuando cuidados caseríos, cuevas legendarias, verdes prados y espacios como el Parque Natural de Bertiz sorprenden a la cámara. En el extremo occidental la sierra de Aralar o el Parque Natural de Urbasa-Andía esconden tesoros como el Santuario de San Miguel in Excelsis, además de ofrecer encuadres de vértigo y magníficas panorámicas de las cumbres del Pirineo oriental.
El Turismo Cultural y el Camino de Santiago
Los turistas que se acerquen hasta Navarra, no pueden perderse la visita a la colegiata de Orreaga/Roncesvalles, puerta de entrada del Camino de Santiago en Navarra y conjunto monumental excelente ejemplo de arquitectura medieval. Desde aquí los peregrinos no dejarán de sorprenderse por un recorrido lleno de tesoros artísticos y naturales que les conducirá a Pamplona, Puente la Reina, la ciudad monumental de Estella-Lizarra o Viana. Un itinerario en el que abundan pueblos-calle, puentes medievales, grandes monumentos, paisajes que cambian de color con cada estación, bodegas y una gastronomía de gran calidad.
Asimismo, el turista debe visitar el Palacio Real de Olite, que fue sede real durante la Edad Media, fue declarado monumento nacional en 1925 y constituye el ejemplo más importante del gótico civil de Navarra y uno de los más notables de Europa.
Otros de los monumentos religiosos que el visitante no puede perderse son los monasterios de Leire e Iranzu y las catedrales de Tudela y de Pamplona.
Gastronomía y vinos
Quienes visitan Navarra saben que esta tierra es sinónimo de buena mesa, con una profunda tradición culinaria basada en la calidad de sus productos. No se pueden dejar de probar los vinos rosados, el pacharán, las verduras de Navarra, los pinchos y las delicias que se ofrecen en sus restaurantes con estrella Michelín.
De norte a sur, cualquier rincón de la Comunidad Foral ofrece al visitante exquisitos platos. En Los Pirineos, la cocina navarra se caracteriza por la carne de ternera y de cordero, ambas reconocidas con la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Los guisos de caza, las migas y las setas son manjares típicos de esta zona, así como derivados de la leche como el queso con denominación de origen o la cuajada. En la Zona Media destacan los pimientos del piquillo, la trufa o el aceite. Y en la Ribera, el paraíso de la huerta, el plato estrella es la menestra de verduras.
También Navarra ofrece cocina de autor. Trece cocineros navarros de reconocido prestigio integran la asociación Restaurantes del Reyno, que se ha convertido en un referente de las delicias gastronómicas navarras.
Turismo Rural
La combinación de un patrimonio natural único y más de 750 establecimientos rurales de calidad convierten a la Comunidad Foral en un lugar ideal para los amantes del turismo rural y de naturaleza.
Los turistas que vienen a Navarra no pueden dejar de disfrutar tampoco del turismo rural en lugares como los valles de Roncal, Salazar, Aezkoa, Baztan, Zugarramurdi, Urdazubi/Urdax, Ujué, Artajona o en decenas de localidades repartidas por toda la geografía navarra
En Navarra se puede disfrutar de la tranquilidad, recorrer bellos paisajes, conocer enclaves de interés histórico, visitar pequeños museos locales o probar con el turismo activo, además de recorrer múltiples senderos a pie o en bici. El agroturismo permite al visitante conocer de primera mano y experimentar las actividades propias del mundo rural. Ordeñar a las ovejas, recoger los huevos de las gallinas o dar de comer a las vacas son experiencias habituales del entorno rural y alejadas de las grandes ciudades.
Además de vivir por unos días en un ambiente típicamente rural, el turista puede completar su estancia con una ruta gastronómica por los restaurantes que ofrecen menús cocinados con productos de su propia huerta o con una visita a las empresas y establecimientos que venden productos artesanos.
Para los amantes de la naturaleza, Navarra es un paraíso que ofrece multitud de senderos entre paisajes variados y sorprendentes para recorrer a pie. Los caminantes pueden optar por excursiones de una jornada o incluso de varios días, como el GR11, también conocido como Senda Pirenaica, o animarse a realizar diferentes etapas o tramos del Camino de Santiago.
Fiestas y tradiciones en Navarra. Los Sanfermines
La Comunidad Foral es sinónimo de fiestas y tradiciones y llega a su máximo apogeo durante los Sanfermines. Esta fiesta se configura en cada uno de los rincones de la calles de Pamplona; en cada uno de los 12.240 minutos que completan las 204 horas de alegría y diversión. Los Sanfermines se han convertido en la fiesta entre las fiestas, una manera de disfrutar de la alegría tan singular como memorable. El estallido del “chupinazo”, cada 6 de julio, es un momento en el que Pamplona pasa de ser una ciudad tranquila, a ser la mayor expresión de alegría. Las calles se llenan de gente y música, y se bañan del blanco y rojo típicos de la indumentaria sanferminera. El carácter abierto y participativo, impregnado de una universal hospitalidad, es el rasgo identificativo y genuino de los Sanfermines.
Los encierros se celebran del 7 al 14 de julio. Carreras vertiginosas en las que centenares de mozos corren delante de seis enormes toros bravos que, por la tarde, protagonizan la corrida. Junto a la Procesión y al Chupinazo, el encierro es el símbolo de los Sanfermines. Es la imagen que ha conseguido que Pamplona se conozca en los cinco continentes. Los periodistas internacionales primero y la retransmisión en directo de la carrera después han permitido que el encierro sea uno de los actos festivos más reconocidos a nivel mundial.
Pero los Sanfermines no son las únicas fiestas que se celebran en Navarra. ¿Cómo no disfrutar en ella de las fiestas del Volatín y la Bajada del Ángel en Tudela, el Día de la Almadía en Burgui, el Carnaval rural de Lantz las Fiestas de Estella/Lizarra o las de Santa Ana de Tudela? Todas ellas han sido declaradas Fiestas de interés turístico Nacional.