Lo reconozco sinceramente no entiendo nada de la polÃtica actual, no consigo saber porque los representantes del pueblo, al menos elegidos por el pueblo, lo ignoran el resto del tiempo.
De modo que el pueblo tiene que movilizarse al margen de los polÃticos que no parecen entender que ellos no están ahà por generación espontanea y mucho menos para ignorar a quienes les pagan sus enormes sueldos que les permiten vivir mucho mejor que sus pagadores , quienes si están notando la crisis en sus propias carnes.
Los polÃticos siguen enfrascados en sus propias luchas personales al margen del mundo real, que sigue su curso, mientras ellos andan en su jaula de cristal, con sus dispendios absurdos y sus excentricidades.
Mientras la gente se manifiesta para reclamar que se les tenga en cuenta, que se cumplan las leyes, que se respeten las leyes y no se actué de modo arbitrario, según los intereses polÃticos de cada momento.
La gente se manifiesta para que se cumpla el derecho a ser educado en español, en España, suena absurdo pero es asÃ, en lugares con sistema educativo bilingüe se premia lo autóctono y se desprecia lo que huela a español.
La gente se moviliza contra educación para la ciudadanÃa, mientras los polÃticos hacen oÃdos sordos empeñados en imponer sus ideas, solo por el hecho de que son las suyas.
La gente se moviliza contra el aborto, mientras los polÃticos silban y miran para otro lado y sin consultar imponen sus ideas filosóficas por denominarlas del algún modo.
La gente se moviliza a para defender los trasvases hÃdricos y los polÃticos ignoran todo lo que viene de la sociedad civil si se aleja de sus ideas o dista mucho de lo que tienen pensado llevar a cabo.
Los polÃticos van por un lado y paralelamente a ellos va la sociedad, funcionan cada vez más distantes entre sÃ, asà es difÃcil que hayan puntos comunes entre unos y otros.
La gente se aleja de la polÃtica porque ve que no se ajusta a lo que buscan de ella, es lógico que si no sirve para la resolución de problemas vean a quienes les gobiernan como seres ajenos a ellos.
Es normal que los polÃticos sean vistos como una casta inalcanzable que vive muy bien y que cada vez esta mas al margen de la sociedad a la que dice representar.
El dÃa que los polÃticos bajen de su pedestal quizás las cosas empiecen a cambiar y todo sea más fácil, pero mientras la distancia entre ambos mundos sea insalvable, seguiremos como estamos, cada mundo por su lado y sin puntos en común, la gente seguirá quejándose de la sociedad que le toco vivir.