Extraído de la Web oficial de Fito&fitipaldis
ANTES DE QUE CUENTE DIEZ |
Formar una banda de rocanrol y conocer el éxito está al alcance de muy pocos. Pero son aún menos los músicos que, tras poner un brillante y elegante punto y final a su popular aventura grupal e iniciática (Platero Y Tú), consiguen igualar y/o superar en solitario los logros acumulados en grupo.
Algo que tan sólo está al alcance de unos pocos, de los elegidos por el Olimpo del pentagrama. Y Adolfo Cabrales (Fito, para los amigos del ritmo, seguidores en general y buena parte del mundo sonoro) es uno de ellos. Diez años largos lleva ya el bilbaíno demostrándolo a base de actitud, honestidad, trabajo y canciones. Sobre todo, canciones. Una década que comenzó A PUERTA CERRADA (DRO, 1998) porque aún tenía ”Rojitas las orejas”. Pero Fito, acompañado desde entonces por sus inseparables y entrañables Fitipaldis (banda abierta a amigos-músicos o músicos-amigos con la que certificar que el rocanrol siempre fue, es y será una cuestión asociativa) continuó ”Mirando al cielo” hasta descubrir, dos años más tarde, que ”A la luna se le ve el ombligo”. Así llegaron LOS SUEÑOS LOCOS (DRO, 2001), la segunda colección de canciones made in Fito&Fitipaldis, con ”Alegría” y ”Para toda la vida”. Dos títulos premonitorios de forma literal porque con el tercer álbum, LO MAS LEJOS A TU LADO (DRO, 2003), llegó la vencida y el convencimiento popular de que Fito&Fitipaldis merecían su propio hueco entre los más grandes como ”Un buen castigo”. Una ascensión lenta pero segura que quedó certificada en un cuerpo a cuerpo espectacular con un Bilbao colapsado como testigo y 65.000 supervivientes cantando VIVO… PARA CONTARLO (WARNER, 2004). Un resumen perfecto y el listón (artístico) por las nubes. “Bah, jugaba en casa”, pensarían los escépticos radicales. Fito recogió el guante y entregó dos años más tarde, un aviso a navegantes retadores y parlantes aficionados: POR LA BOCA VIVE EL PEZ (WARNER, 2006). Con equilibradas dosis de cabezonería (”Me equivocaría otra vez”) y valentía (”Deltoya”) para seguir creciendo y, sobre todo, disfrutando de un oficio elegido con pasión autodidacta. Y de premio una super-gira (más de un centenar de conciertos -todos de pago- donde más de la mitad alcanzaron el ¡Sold out!) autogestionada con profesionalidad, multitudinaria en personal y elegancia y culminada en Sudamérica (Chile y Argentina) junto a Andrés Calamaro. El compañero de viaje sonoro con el que prendió fuego a cinco escenarios gigantes en otras tantas veladas del verano de 2007 para registrar el magnífico tratado de rocanrol titulado, 2 SON MULTITUD (WARNER, 2008). Así, entre multitudes y diez años más tarde llega ANTES DE QUE CUENTE DIEZ (WARNER, 2009). Una nueva demostración de que la sencillez es la esencia más sublime (y, generalmente, inalcanzable) de la creación. Un disco grabado a orillas del Atlántico (estudios Du Manoir del sur de Francia) bajo la atenta y siempre productiva mirada de Joe Blaney y Carlos “Fitipaldi” Raya entre los días 1 y 28 del pasado mes de junio con la participación del veterano baterista Pete “The Attractions” Thomas, (Elvis Costello, Suzanne Vega, Sheryl Crow, Fito Páez, Los Lobos, Wild Colonials o John Paul Jones, entre otros) y el curtido bajista Andy Hess, (Gov´t Mule, The Black Crowes, Joan Osborne, David Byrne y Tina Turner) en la sección rítmica. Junto a ellos, los ya habituales; Javi Alzola (saxo), Joserra Senperena (piano y Hammond); y Carlos Raya (guitarras y dirección musical). Mezclado en los Avatar Studios, de Nueva York (del 19 al 31 de julio) y masterizado en Gateway Mastering (Portland), con la colaboración de Bob Ludwig, en este quinto álbum de estudio Fito&Fitipaldis se reivindican (”Qué necesario es el rock & roll”) como una de las propuestas más interesantes del panorama patrio a través de diez “perlas” que superan las referencias ajenas porque son, en sí mismas, toda una seña de identidad. La prueba irrefutable de que Fito&Fitipaldis son, en sí mismo, un nuevo género sonoro mecido por el rocanrol en todos sus colores y pelajes imaginables. Han alcanzado la piedra filosofal del asunto musical: su propia sonoridad. ¿La Fitoterapia? ANTES DE QUE CUENTE DIEZ lo demuestra desde la declaración de principios -“lo que me llevará al final serán mis pasos no el camino, no ves que siempre vas detrás cuando persigues el destino”- que lo abre y titula hasta el epílogo de “La cocina de Bernar”, todo un cocidito instrumental, refrescante y bailongo como un silbido. Y entre tanto, guitarras dialogantes entre cambios de ritmo cimbreantes (“Que me acordé de ti”); rock sureño (“Tarde o temprano”); coros circulares y concéntricos (“Catorce vidas son dos gatos”); locomotoras imparables de saxofones humeantes y replicantes (“Conozco un lugar”); medios tiempos eternos como tatuajes (“Los huesos de los besos”); una versión arrebatadora que ofrece una interesante lectura del original (“Todo a cien”); blues de ritmo funerario y rasposo (“Que me arrastre el viento”); y unos textos (letras le dicen algunos) aparentemente sencillos, de intimidad popular y moldeables a las más diversas existencias. Estribillos armónicos con propiedades curarizantes. Sí, sin duda, ¡¡La Fitoterapia! Lista de canciones: 1. Antes de que cuente diez (Todas las canciones de Adolfo «Fito» Cabarales excepto «Todo a cien», de Miguel Angel Hernando «Lichis»; «Tarde o temprano», de Adolfo «Fito» Cabrales y Carlos Raya; y «La cuisine de Bernar», de Adolfo «Fito» Cabrales, Carlos Raya y Javier Alzola). Miembros del grupo: * Adolfo «Fito» Cabrales: Guitarras y voz. Otras colaboraciones: * Jordi Cristau: Coros y armonio. Técnicos backline: Francisco m. Morales «nitro», Angel Pérez «mae» y Pedro Carlos David «peter». Preproducción: Maqueta grabada en estudios Montepríncipe por Javier Garcia. * Daniel Griffin: Batería. Producido por Joe Blaney y Carlos Raya. Masterizado en Gateway Mastering Studios (Portland-EE.UU.) por Bob Ludwig en agosto de 2009. Fotografía y artwork: Javier Salas. |