Economía

Nuevo impuesto a los campos de golf

Diversos medios de comunicación han publicado que Izquierda Unida acudió a las pasadas elecciones autonómicas andaluzas incluyendo en su programa la creación de un impuesto sobre los campos de golf. Nuestra natural inclinación a cargarnos lo poco bueno que poseemos es incomprensible. Cuando nos proponemos acabar con algo, y el golf ya ha sufrido en ocasiones anteriores encendidos ataques, no cejamos hasta conseguirlo. Lo curioso del caso es que la implantación de este nuevo impuesto, choca frontalmente con el argumento esgrimido por los políticos socialistas de la Junta, que desde hace tiempo y con acertado criterio vienen apostando por el formato de este deporte y la consiguiente creación de nuevos complejos deportivos . Todos recordamos cuando en 1997, la Costa del Sol pasó también a ser denominada “La Costa del Golf” con motivo de jugarse en el Campo de Valderrama, la mítica competición de la Ryder Cup que enfrenta a los mejores jugadores europeos y norteamericanos. En aquella ocasión el equipo europeo fue capitaneado por nuestro inolvidable Severiano Ballesteros y La Costa del Sol, tras este impulso, pasó a ser unos de los destinos más deseados para practicar este deporte.

Con estos antecedentes, no parece congruente que los comunistas (IU-CA) pretendan la implantación del mencionado impuesto, cuando la Junta de Andalucía siempre ha apostado y apoyado el golf patrocinando campeonatos de profesionales como el reciente Open de España celebrado en el Real Club de Sevilla con gran éxito de publico, organización, premios y difusión mediática. Gravar a los clubes con un nuevo impuesto, significaría la inmediata repercusión en el precio de los gree-fees (tarifas de juego) con el consiguiente descenso de ingresos al reducirse el número de jugadores e incluso de socios del club en cuestión, y como ya ha ocurrido lamentablemente por efecto de la crisis, la inevitable destrucción de puestos de trabajo.

Cuidar el segmento golfístico es prioritario para atraer la mayor cantidad de turistas practicantes de este deporte a los campos andaluces. Igualmente, debe considerarse que el golfista no solo gasta dinero practicando su deporte, sino que está pagando un alojamiento, visita restaurantes, efectúa compras en grandes superficies y pequeño comercio, acude a espectáculos, etc. En el año 2010 la región andaluza recibió 430.000 golfistas que generaron unos ingresos de 687.000 millones de euros.

Posiblemente, una de las peores decisiones de José-Antonio Griñan, ha sido dejar en manos de los comunistas la cartera de Turismo. Uno de los elementos dinamizadores de la comunidad andaluza como principal fuente de ingresos. El nombramiento de Rafael Rodríguez (IU) como consejero de Turismo y Comercio no parece precisamente la persona más idónea. Fue vicepresidente de la Diputación donde ocupo un puesto en la Patronato de Turismo. Su actividad fue siempre irrelevante y en un segundo plano. De cualquier forma habrá que otorgarle un voto de confianza ya que desconocemos sus conocimientos y experiencia en el complejo mundo del golf y tampoco cuales son las prioridades de IU para tratar de mejorar las actuales estrategias de los socialistas.

Hasta ahora, las coaliciones anteriores PSOE-IU, no fueron un ejemplo a seguir. No hay nada peor que un colectivo de presuntos “bobos ilustrados” decididos a opinar de todo sin saber de nada y permitirles a estas alturas que se dediquen a hacer demagogia revolucionaria a base de totalitarismo en el marco del turismo y los campos de golf. Podría salirnos demasiado caro. Intuimos que tanto la Federación Española de Golf como la Andaluza ya estarán analizando en profundidad la inoportunidad del citado impuesto y las negativas repercusiones que sin duda originaria a la Comunidad Andaluza en general y a los clubes de golf en particular.

Que en pleno siglo XXI todavía existan ciertos individuos, entre envidiosos y resentidos que sigan pensando que solo practican el golf, acaudalados, aristócratas y algún que otro pijo, estan inmersos en un tremendo error, carentes de información y con ganas de criticar sin razón, base ni fundamento alguno.

Todos recordamos que los dirigentes de IU no se cansaron de repetir, antes de las elecciones, la consigna de ¡¡Programa, Programa!!, si bien ahora, tras la coalición con el PSOE, con sus nuevos puestos y sueldos, ese belicismo dialéctico prácticamente ha desaparecido; dinero y poder modifican dignidades y comportamientos. No obstante, si la propuesta de IU no va a prosperar tras la metamorfosis política, lo suyo sería que el nuevo vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, declarase anulado el proyecto de su formación de imponer tasa alguna a los campos de golf para tranquilidad de todos.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.