Pensé en llamarte después de levantarme,
pero ahora un sueño me parece el mejor de los letargos,
soñar que vuelves a mi lado, la mejor de las promesas,
el mejor de los sueños.
Descanso, pensando en curar a las promesas,
sin pensar en mi mismo, recordando tu voz,
lejos del abismo y
los sauces llorones que no te vieron llorar,
destrozaría los cimientos de tu casa para que te vieran llorar.
Y ahora, nazco en amaneceres sin rumbo, creo poemas felices
con inspiraciones,
añoro tu calor, lejos de ti, si es cierto
que algún día sentí, perdóname este último verso,
si por él la vida di.
©Roberto Zarco.