Consonancias, 33
Mediado el curso académico, llega el momento de subir a un escenario de verdad para comprobar el oficio adquirido durante los últimos meses. Los alumnos de las escuelas de teatro de Zaragoza, comenzando por la municipal, se ponen ante el público para demostrarse a sí mismos, y mostrar a los espectadores, que tienen madera de buena calidad, de la que no sólo decora, de la que sirve para construir y de la que, si es preciso, arde y calienta. Hay buen género en las escuelas teatrales zaragozanas.
La segunda mitad de febrero y los primeros días de marzo han sido testigos de la capacidad de muchas personas, algunas de las cuales aspiran a la profesionalización, para vivir el hecho teatral en propia carne. En el Teatro de la Estación se ha desarrollado el ciclo ¡A Escena! desde el viernes 15 febrero hasta el martes 5 marzo. Casi una veintena de espectáculos han permitido a cerca de trescientos ciudadanos de toda edad y condición ejercitar su habilidad interpretativa sobre las tablas. Las profesoras Concha Guiu y Carmen Marín, junto con los profesores Jesús Bernal y Juan Ramón Benaque han dirigido a grupos de niños, jóvenes y adultos en piezas cómicas y dramáticas de todo tipo.
‘El más allá del más acá’ fue el título de la primera función sobre el recurrente tema de la muerte. Enfocado desde las emociones, pero también desde la ironía y humor, este episodio inevitable para todos los humanos adquiere así una perspectiva menos lúgubre. A continuación, las ‘Cosas de Jardiel’ pusieron en evidencia que no todo nuestro universo es racional y que las situaciones absurdas nos conducen con facilidad a la carcajada, sin descartar también la reflexión. El maestro del humor intelectual, inverosímil e ilógico, fallecido hace más de 60 años, sigue estando de plena actualidad.
Del mismo modo, el recurso a dramaturgos y escritores de la altura de Shakespeare, Flaubert o Delibes, y el enfoque de temas eternos como el amor, los sueños, la familia, la sociedad, la marginación, la justicia y tantos otros más, sirvieron para que los actores en ciernes, o ya consolidados, mostrasen lo aprendido durante la primera parte del curso a unos espectadores siempre cercanos –amigos y familiares en muchos casos– que además de disfrutar, siguieron alimentando la llama del arte, que no sólo necesita quien lo muestre, sino también quien lo valore y lo aplauda.
La última sesión, coincidiendo con la fiesta local del 5 de marzo, consistió en una serie de monólogos y escenas bajo el título de ‘Stereo-Tipas’, en las que se fueron reflejando situaciones y reacciones típicas de nuestro tiempo, sobre todo desde un punto de vista femenino.
El elogio a estas iniciativas del Teatro de la Estación va unido a la seguridad de que la próxima serie de espectáculos de su escuela de teatro, al finalizar el curso, mostrará de nuevo la excelencia interpretativa que muchos aficionados pueden alcanzar siendo dirigidos por un profesorado competente.
En un escalón mucho más próximo a lo profesional, los alumnos de la Escuela Municipal de Teatro presentaron los días 19 y 20 de febrero la comedia de EugÁ¨ne Ionesco ‘El porvenir está en los huevos’. En un Teatro Principal abarrotado, pusieron en pie esta obra transgresora y ácida, uno de los paradigmas del denominado ‘teatro de la burla’. Los esfuerzos de una familia por someter al protagonista a las normas rígidas de la sociedad convencional, sirvieron al elenco de actores, encabezado por David Pallás, así como a los responsables de los diferentes sectores de la escuela municipal, bajo la dirección y puesta en escena de Félix Martín, para mostrar el nivel alcanzado por sus alumnos en la primera mitad del curso académico.
La expresión corporal, el canto y la danza, el vestuario y el maquillaje, el diseño escenográfico, la iluminación y el sonido correspondieron a un espectáculo de nivel profesional.