Esta serie de poemas, sin ningún tipo de revisión, brotó de mí anoche mientras, en un bar, bebiendo en solitario, contemplé mi entorno.
He decidido titularlo “poemario cantinero”, en honor a los bares, y por ello van todos seguidos.
Pipa
O fruto seco
en sus labios reposas
tu sal abandonas
en su cálida boca.
Labios que buscan
robar tu coraza
y muerden con fuerza
cual férrea mordaza.
Fruto que encuentras
descanso en la oscura
red que te impulsa
con prisa a la tumba.
A ti yo te envidio
a ti no te juzgan
te chupan por fuera
te entierran desnuda.
Llego y me voy
¿Quieres conmigo
vivir una vida?
Será un día tan solo
mas no querrás otro.
El sol nos despierta
nos duerme la luna.
Será en ese lapso
verás mi locura.
Reirás sin poderlo
para un momento.
Será sin aviso
el llanto tu centro.
Y no quieras alma
vivir otro día
al lado del loco
que a diario moría.
Bastardos
Hablan, parlotean
ensucian el clima
con viles fonemas.
La cansan, la aburren
arruinan su calma
con frases que aturden.
Y yo mientras tanto
me ahogo en cerveza
que borra tu rastro.
Soy yo el que abandona
mas hoy sin embargo
cuestiono mis formas.
Destrozo tu vida
y al irme bien lejos
reparo en la herida.
Te digo “lo siento”,
palabras vacías
calientan mi aliento.
Apodérate de mí
Mírame.
Cruza la tuya con la mía.
Miradas que se entregan
al lugar de los hechos
donde nadie penetra.
Tan solo un segundo
quizás mucho menos
mas es suficiente
pues capto tu esencia.
Un instante tan solo
me sirve esta noche
aunque ya no te vea
para ser muy consciente.
Tan solo en un cruce
de miradas furtivas
contemplas mi rostro,
para mí ya es bastante.
Ni te quiero ni anhelo
despertarme contigo.
Tan solo deseo
quitarte el vestido.
Solo ante el peligro
mi copa me reclama
ya no echo de menos
a quien me escuche mientras hablo.
Miro mientras bebo
veo mi retaguardia
a pocos tengo envidia
sus vidas me resbalan.
Y no pretendo ser
huraño mientras viva
así que me confieso
no quiero más mentiras.
Transportas con tus grados
al cielo mis anhelos
dormido y en tus brazos
ya nunca desespero.
Tan solo echo de menos
y solo en este instante
asirme a su cintura
sin que ella me rechace.
No he visto nada igual
no he visto nada antes
que atrape mi mirada
tan solo con sentarse.
El fin
A tomar por culo se fue.
Sin decir adiós,
me dejó tirado en mi mundo.
Anhelos cortados en dos
miradas perdidas sin rumbo.
Ya nunca veré tu cabello
ondeando sin dueño hacia el cielo.
La noche quizás será gélida
y cambio un quizás por un cierto.
Contigo dormir yo confieso
quería esta noche de anhelos.
Sería otro día mañana.
Transforma mi rumbo en incierto.
Me pierdo en cervezas heladas
como quien busca su sombra en el cielo.
¿No? Casi siempre es así
y a ti te confieso.
Cuando busqué certeza en algo
al menos un “quizás” me diste.