Exposición Espacio Cultural Adolfo Domínguez
DESPUÁ‰S DEL ÁšLTIMO DÁA
Portentos, ostentos, monstruos y prodigios
Varrón dice que portentos son las cosas que parecen nacer en contra de la ley de la naturaleza.
En realidad, no acontecen contra la naturaleza, puesto que suceden por voluntad divina, y voluntad del Creador es la naturaleza de todo lo creado. De ahí que incluso los gentiles denominen a Dios unas veces Naturaleza, otras simplemente Dios.
En consecuencia, el portento no se realiza en contra de la naturaleza conocida. Y se conocen con el nombre de portentos, ostentos, monstruos y prodigios, porque anuncian (portendere), manifiestan (ostendere), muestran (mostrare) y predicen (praedicare) algo futuro.
En efecto, explican que «portento» deriva de portendere, es decir, anunciar de antemano. Los «ostentos», porque parecen manifestar algo que va a ocurrir. Los «prodigios», porque «dicen previamente» (porro dicere), es decir, predican lo que va a suceder. Por su parte, monstra deriva su nombre de monitus porque se «muestran» para indicar algo, o porque «muestran» al punto qué significado tiene una cosa. Y éste es su significado propio, que se ha visto, no obstante, corrompido por el abuso que de esta palabra han hecho los escritores.
La aparición de determinados portentos parece querer señalar hechos que van a acontecer; pues en ocasiones Dios quiere indicarnos lo que va a suceder al través de determinados perjuicios de los que nacen, como sirviéndose de sueños y de oráculos advierte e indica a algunos pueblos u hombres las desgracias futuras. Y esto es cosa probada por múltiples experiencias.
San Isidoro de Sevilla. Etimologías.
Expuestos en las barracas de circo, corrompidos por el abuso de los escritores, caricaturizados en las pantallas de cine, los monstruos, los portentos, son los que anuncian lo que ha de venir, lo que va a suceder. Desde el comienzo de los días, los seres prodigiosos son los profetas de los acontecimientos, del Fin del Mundo y del Día después de ese Fin. Anuncian con horror y con humor los hechos futuros, muestran el sentido del presente y el significado de lo que pasó.Ahora, pasado ese Ášltimo Día, portentos, ostentos, monstruos y prodigios nos dan las claves del jeroglífico del Nuevo Mundo, los colores del paisaje después del Apocalipsis. Sus cuerpos deformes, sus miembros superpuestos, los caprichos de sus anatomías, son los signos que deben ser interpretados.
Pintura CSViñuales Dioramas Áscar Sanmartín
Esculturas Ángel Laín Ilustraciones David Vela