Cuadro: Venus y cupido. Correggio
Problemas de pareja.
No sé qué hacer con mi relación de pareja. Mi mujer no repara en mí desde que nació nuestro hijo hace dos meses. Sé que puede sonar a ataque de celos y parecer ridículo, pero no es eso. Yo al nene lo quiero, es mi hijo. Es la conducta de ella la que no comprendo. Antes de que naciera el nene era cariñosa, solícita, amable. Ahora está arisca, apenas me deja acercarme. Parece que huye de mí, no sólo sexualmente, primero con la excusa de la episiotomía y luego con que no tenía ganas, que debía ser algo hormonal, etc. Yo la espero, no me importa, la quiero y puedo esperar, lo que no soporto es su mal humor, sus gritos. No ha tenido un solo gesto de amor en los últimos dos meses, puede que desde el final del embarazo ya estuviera un poco así, pero después todo ha ido poco a poco a peor ¿Qué puedo hacer yo? Al principio reaccionaba con paciencia, pensé que estaba muy reciente el parto, que tenía que darle unos días, unas semanas. Pero no ha sido así. Y ahora reacciono con agresividad a su agresividad, nos peleamos todo el día. Me agota. Necesito ayuda para saber sobrellevar esto y sé que mi actitud empeora las cosas, pero por el momento me es imposible reaccionar de otra manera. Ella me dice que no sabe lo que le pasa, que me quiere y no quiere hacerme daño, que a ella también la agota pelear todo el día.
C.P
Hola C.P:
Lo que le pasa a tu mujer es una reacción no infrecuente tras tener el primer hijo. Sucede en mujeres cuyo interés principal es la maternidad concebida a demás de una forma muy particular, como si el hijo fuera una parte inseparable de ellas mismas. Cuando tienen el primer hijo, se vuelcan en cuidados y en ternezas con él, y el marido queda relegado a un segundo plano. Este interés por el hijo corresponde a profundos deseos inconscientes, que sólo en psicoanálisis se pueden trabajar.
Más allá de las discusiones y roces de estos días, parece que aún los dos queréis mantener esta pareja (aunque aún habría que ver lo que dice ella). Lo indicado en este caso sería el psicoanálisis de pareja, donde poder hablar de lo que os sucede, con un tercero que pueda escucharos e intervenir para ayudaros a construir una nueva relación, que no puede ser igual a la que teníais antes de que llegara el niño, (porque vosotros ya sois otros) pero que no tiene porque ser tan agresiva.