EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Toda esta parafernalia que ha montado el PP con el asunto de las escuchas, que por cierto dice Montoro, cada vez me resulta más cómico este personaje, que debe de aclarar el PSOE, ya tiene precedentes precisamente aquí en la Comunidad Valenciana.
El 26 de septiembre de 1995, pocos meses después de acceder Zaplana a la presidencia de la Generalitat Valenciana, saltaba la noticia de que por casualidad dos agentes de la Policía Autonómica Valenciana localizaron un elemento “extraño” “oculto” en uno de los teléfonos que utilizaba habitualmente el conseller de Administración Pública, el alicantino José Joaquín Ripoll. El despacho de Ripoll lo ocupó su antecesor en el cargo el socialista alicantino Luis Berenguer.
Excusó decir la que se lió. El presidente Zaplana, aseguró estar “abochornado”. El conseller Ripoll se mostraba consternado y el ex conseller Luis Berenguer afirmaba que todo era un montaje. Por parte del gobierno de la Generalitat se formuló la correspondiente denuncia lo que dio lugar a que la Policía Nacional abriera una investigación.
El 5 de octubre de 1995, el diario la Verdad daba la siguiente información: “Las “escuchas” en un teléfono del conseller José Joaquín Ripoll resultan un fiasco”. “El “emisor telefónico” localizado en una inspección rutinaria policial es un micrófono que llevan incorporados determinados receptores para la audición a “manos libres”. Pero la cosa no acabó ahí. En el PP se empecinaron, como siempre, intentando salirse con la suya y el 13 de octubre de 1995, el diario Información de Alicante informaba sobre el asunto comenzando con el siguiente titular: “Ripoll insiste en que los teléfonos del Consell fueron “pinchados” y denuncia un nuevo caso”. Siguen los del PP con sus historias hasta que por fin, el 14 de octubre de 1995, el diario antes citado volvía a informar sobre el “caso” y abría la información con estos titulares: “El conseller dice que denunció el hallazgo de las emisoras “porque había indicios de criminalidad”. “Ripoll admite que los teléfonos de la consellería nunca fueron manipulados”. O sea que de los “indicios de criminalidad” se pasa a reconocer que los teléfonos “nunca fueron manipulados”. Tremendo.
Yo creo que en el PP y principalmente su número dos, María Dolores de Cospedal, deberían retirar todas las barbaridades que han dicho, y siguen diciendo, sobre lo de las “escuchas” que las centra sobre ella misma y en Trillo y Camps. El ridículo que se hizo en Valencia, aunque la gente del PP no tiene sentido del ridículo, creo que debe ser motivo suficiente para callarse, no vaya a ser que al final resulte que ese “cuerpo extraño” que “se ve adosado” en el exterior del auricular sea el pendiente de una secretaria que se le ha quedado enganchado después de utilizar el aparato y no un “sofisticado” sistema de escucha como los utilizados en las películas de Bond, James Bond, aunque esto de las escuchas del PP más bien es un remedo de las películas tan cómicas del Superagente 86. Ya sabe usted, aquel agente que usaba el “zapatófono” para comunicarse de forma directa y secreta con sus jefes.