EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
La semana pasada tuvimos ocasión es presenciar a través de la televisión la entrega, tras su hallazgo, o rescate, del Códice Calixtino. El libro fue entregado por un policía a un religioso de la Catedral de Santiago. O sea el manuscrito fue puesto en manos de los encargados de su custodia. Pero cuando todos creíamos que la cosa se había finiquitado nos encontramos con que el pasado domingo, creo que todos nos sorprendimos, se montó una parafernalia, en mi opinión bastante ridícula, desproporcionada e innecesaria, que fue objeto de una amplia información por parte de todas las televisiones. El escenario fue el Palacio de Xelmirez anexo a la Catedral y los protagonistas fueron Mariano Rajoy, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo, y un nutrido grupo de autoridades y miembros de la sociedad civil y eclesiástica. En esta “solemne” ceremonia el presidente del Gobierno hizo entrega del Códice al arzobispo, no entiendo porqué si ya había sido entregado por la policía no veo razón a motivo alguno para hacerlo por segunda vez, salvo que el “numerito” se montara para demostrar a esas lenguas viperinas que tanto critican y reprochan a Rajoy el que no salga en directo en televisión para dar cuenta a los españoles de aquello que les puede afectar que no es poco, me refiero a los recortes, ajustes o reformas que ha llevado a cabo, y siempre manda al sobrero de turno con el fin de que la corrida quede lo mejor posible, pero a pesar de ello el “público” queda insatisfecho, más que insatisfecho cabreado diría yo.
El arzobispo confesó en dicho acto haber sufrido “días y noches de preocupación”, seguro que experimentó los mismo sentimientos que esos millones de ciudadanos que están sin trabajo, los que además de esto no perciben ayuda económica alguna, los que no pueden pagar la hipoteca dado lo cual son echados a la calle y es por ello por lo que, seguramente, Rajoy decidió comparecer públicamente para dar cuenta de que se había acabado los días y noches de “sufrimiento y preocupación”: El Códice Calixtino estaba a salvo. Una comparecencia muy acertada porque para los millones de españoles que lo están pasando mal es un mensaje de esperanza que demuestra que su presidente está con ellos y que les mantiene puntualmente informados de forma muy directa de todo aquello que es fundamental para el bienestar de las familias y por lo visto el Códice Calixtino forma parte del acontecer diario de todas esas familias que lo están pasando mal, muy mal. Para que luego digan que Rajoy no da la cara.
Un último apunte, Rajoy no se ha desplazado a la Comunidad Valenciana, no sé si lo va a hacer o no, a lo mejor es que lo del Códice es más importante que esos montes quemados sobre los cuales ya hace años que el Partido Popular promulgó una ley en la que se podía construir en los montes quemados, algo que anteriormente estaba prohibido, muy posiblemente Rajoy haya considerado que esto de la quema de los montes valencianos es una bendición del cielo porque se puede construir en ellos y eso da puestos de trabajo. Opino yo, oiga usted.