Cultura

Rosa sobre negro. Breve historia de la homosexualidad en la España del siglo XX. Alberto Ferrarons. Editorial Egales. 2010.

            “El Modernismo negaba el positivismo y el cientifismo (que habían creado al homosexual como categoría médica y legal) y apostaba por la sensualidad, por el individualismo, por la búsqueda y la experimentación con todo tipo de placeres como único imperativo ético. Evidentemente, esto favorecía la inclusión y aceptación de sexualidades “ambiguas”. Así pues, con el Modernismo aparecieron los primeros ejemplos, aún difusos y graduales, de la primera literatura escrita por y para homosexuales”.

            Página 36.

            Como expresan el autor y el (famoso) prologuista, Álvaro Pombo, la necesidad de este libro es más grande de lo que puede parecerle a una parte considerable de la población. Hoy, que mucha gente se queja de la “excesiva” visibilidad de los homosexuales, pero que no tienen el mismo criterio sobre la continua presencia de los deportes, y especialmente del fútbol en todos y cada uno de los medios de comunicación, no se tiende a reflexionar sobre la escasez documental sobre esta realidad humana hace tan solo cincuenta años.

            De hecho la mayoría de las referencias que utiliza el autor son obras literarias, así como las vidas –poco convencionales por lo general- de sus escritores, y esto es así para una buena parte del siglo XX: Augusto d’Halmar, Álvaro Retana, Antonio de Hoyos y Vinent… y por supuesto Lorca y Cernuda. Algo nos llega a través de la jurisprudencia, la ciencia, la política… pero son como ecos borrosos, sombras que apenas dejaron huellas hasta que entramos en las represiones del franquismo, los encarcelamientos que sufrieron algunos homosexuales y los (pseudo) estudios científicos que se hicieron sobre ellos.

            El estilo del ensayo es sencillo, didáctico a veces casi conversacional pero nunca vulgar. El acierto es pleno porque supone un acercamiento al lector medio, a todo tipo de público en realidad. No sólo resulta fácil de entender sino, además, fácil de leer, entretenido hasta enganchar (aunque supongo que esto también tiene que ver siempre con los intereses del cada lector). Su brevedad le exige concisión y selección y ambas tareas –tan complicadas- han sido realizadas con buen criterio. La separación por capítulos se ha hecho de forma coherente y racional, utilizando períodos cronológicos diferenciados por las distintas posturas que se adoptaron hacia el homosexual varón (“único” sujeto del estudio), y no por períodos de extensión marcada rígida y previamente sobre divisiones matemáticas de cuarto de siglo o décadas, etc. Sin embargo esta partición no le impide al ensayista saber entrelazar unos con otros pues aunque la ruptura del franquismo fuera radical, la realidad es que la sociedad avanza paulatinamente y con pasos titubeantes las más de las veces, de forma que no resulta posible hacer categorizaciones o divisiones tajantes. Por estos motivos los comentarios sobre las épocas siguientes que va introduciendo el autor, y las referencias a períodos pasados ayudan a comprender las evoluciones y a recordar el “progreso” de la homosexualidad en su concepción y “tratamiento” por parte de la sociedad.

            Ferrarons, además, se gana el aprecio del lector, del crítico y del colega escritor al hacer un claro reconocimiento de las fuentes y de los trabajos que le precedieron, lo que demuestra humildad  y respeto, probablemente el mismo que le han dirigido a un generoso –y acertado, no se podía esperar menos- Pombo para la redacción del prólogo.

            El propio Pombo, como decía al principio de la reseña, habla de la conveniencia/utilidad de este libro: no olvidar el pasado. No dejar que caiga en la desmemoria el trato como ciudadanos de segunda, criminales o enfermos que los homosexuales han tenido hasta hace poco en la “adelantada” Europa, y más concretamente en España. “Es muy importante que los jóvenes homosexuales de ambos sexos conozcan la historia de los homosexuales españoles del siglo XX”. Si los propios gays olvidan, cosa que harán las recientes generaciones, a menos que nos ocupemos de evitarlo, se repetirán situaciones pasadas. Las sociedades son cambiantes, y a períodos de apertura y progreso social, suelen suceder otros de retraimiento de los derechos y conservadurismo moral. Para evitar que ese vaivén de la historia produzca indeseables consecuencias es preciso no olvidar. Archivar, refrescar, analizar y entender. Lo decía poéticamente un modernista (aunque ninguno citado por Ferrarons ya que ni fue homosexual ni se le recuerda en exceso). Me refiero a Manuel Machado (sí, el hermano del omnipresente Antonio) y a su poema:

TRADICIÁN :
“ ¡ Ay del pueblo que olvida su pasado
Y a ignorar su prosapia se condena !
¡ Ay del que rompe la fatal cadena
Que al ayer el mañana tiene atado !”

            Por citar un valor añadido más (si hiciera falta), el repaso de autores de nuestra Literatura que han caído en el olvido general, resulta sumamente grato e invita a visitar nuestras bibliotecas y a bucear en viejos ejemplares de quienes rompieron las primeras lanzas con sus negros sobre blancos, quienes abrieron caminos y fueron referentes de los homosexuales “desnortados” de principios del pasado siglo veinte. Los nombres citados más arriba sirvan de ejemplos.

            Si algo tuviéramos que echar de menos en este ensayo sería quizá una profundización algo mayor en el tema del VIH sobre el que se pasa un tanto de puntillas, y con cierto “optimismo” a mi manera de ver ingenuo. La impresión que quizá queda al leer Rosa sobre negro es esa frase final en los párrafos dedicados a este virus “[…] Desde entonces se ha asumido el riesgo de contagio en el ambiente gay sin complejos y dando prioridad absoluta a la prevención”. (Página 123). Aunque la obra  no se centra en este tema habría sido de agradecer un análisis algo más pormenorizado del estigma que supuso para la incipiente visibilidad gay la aparición del VIH y el sida.

            En general una pequeña gran obra con un gran trabajo de documentación detrás, una buena capacidad para el resumen y un autor pedagógico, didáctico y certero en sus análisis. Racional, objetivo, y mucho más que interesante. Casi indispensable… O mejor dicho, indispensable para comprender y reflexionar sobre la realidad homosexual en España y los peligros que acechan tras posiciones que consideran la plenitud de derechos alcanzada y tienden a olvidar con optimismo antropológico.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.