Tras el éxito de la edición del año 2009, la Universidad de Salamanca organiza la II Semana de Cine Checo, bajo el título «Imágenes animadas y Contemporaneidad (1959 – 1989)», cuyas sesiones tendrán lugar en el Salón de Actos de la Facultad de Geografía e Historia, desde el 22 de marzo hasta el 26 del mismo mes, comenzando las proyecciones a las 19:30.
La Semana de cine se complementa, además, con una atractiva Exposición de Carteles de Cine Checoslovacos, que los salmantinos han podido disfrutar desde el 4 de marzo y que lo podrán seguir haciendo hasta el 26 de este mismo mes en el Hall de la Facultad de Geografía e Historia.
Beatriz Leal, Profesora de Historia del Cine y una de las organizadoras de la Semana, defiende esta segunda edición ya que considera que «era necesario continuar la experiencia… Lo informativo y lo divulgativo primaba, además, en esta [primera] edición sobre lo artístico y experimental, ya que se trataba de un primer acercamiento a esta cinematografía antaño tan conocida y valorada».
En propias palabras de la Profesora Leal, en esta segunda edición podemos esperar «un paso más en el conocimiento de la cinematografía checa contemporánea y un repaso a la destacada producción de obras de animación desde los años 40 en el país. Hemos tenido la suerte de poder seleccionar un grupo muy interesante de cortometrajes de animación ilustrativos de la evolución y la experimentación en este campo. La última sesión será, por tanto , una retrospectiva del trabajo checo en este ámbito y, en el resto de las sesiones, antes de cada largometraje proyectaremos dos cortometrajes de los más actuales producidos por realizadores independientes, estudiantes del FAMU y de otras instituciones de gran relevancia en este ámbito tantas veces olvidado o menospreciado por crítica y público. Quizás tras el éxito de “Up” o de “Avatar” este año la gente sea más receptiva y sienta una cierta curiosidad por acercarse y profundizar en las enormes posibilidades abiertas por la animación».
Sin duda, se trata de una oportunidad única para conocer algo más de la cinematografía checa, que no termina en Milos Forman, ni en la muy premiada «Algo parecido a la Felicidad». Según nos dice Beatriz Leal: » Podremos ver, además de la premiada película que citas, el bello poema sensorial que del universo femenino supone “Secretos” (Tajnosti, 2007) de Alice Nellis; el análisis de las relaciones humanas y de la comunicación intergeneracional que consigue Vladimír Michálek en su sincera “De padre e hijos” (O rodiÄích a dÄ›tech, 2007) huyendo siempre de la complacencia y sin ocultar lo menos agradable de la vida a través de los años y, finalmente y precedida por dos cortos de animación suyos, la cinta “Los hijos de la noche” (DÄ›ti noci, 2008) de Michaela Pavlátova, menos experimental en sus propuestas formales pero retrato fiel de la joven generación actual, de los problemas que acarrea la búsqueda del amor y de la comprensión y de la integración del proceso creativo en todo ello».
En definitiva, esta II Semana de Cine Checo es una manera de aproximarnos a una sociedad que desconocemos, la cuál, según nos cuenta David Castillo, organizador del evento y residente varios años en Praga, no es tan diferente a la nuestra: «… las diferencias no son tan grandes. En general los españoles somos más rápidos en el trato social y rompemos con más facilidad las convenciones sociales. Los checos suelen ser fieles al protocolo y poseen muchas normas que a nosotros nos parecerían demasiado complejas, tanto a nivel de trato, como en el trabajo y a veces en la vida cotidiana. Es increíble la cantidad de burocracia que hay que hacer en la Universidad para los exámenes y las notas, por poner un ejemplo. Recuerdo una vez lo complicado, y cómico que fue para un amigo que vino de visita que le pusieran una copa de whiskey con Coca-Cola en una hospoda (una tasca de barrio) típicamente checa, porque el camarero no entendía por qué mi amigo quería mezclarlos, algo que no se hace habitualmente en Chequia y que descolocó al camarero. En eso se parecen un poco al concepto que tenemos de los alemanes. También los horarios son diferentes, debido a la falta de sol, lo que hace que no sean muy trasnochadores».