Este domingo por la tarde, tal vez hayas visto una película protagonizada por Sandra Bullock, la actriz ganadora de un Oscar, titulada Siempre queda el amor que se emitió en televisión. Una película de Hollywood que más allá del romanticismo aparente del título muestra qué difícil es a veces, sobrevivir a nivel emocional a una separación y a una decepción vital. Me gusta el título de esta película por la esperanza que transmite: Siempre queda el amor.
En su máxima expresión, no se trata solo del amor de pareja, sino también, del amor de una madre hacia su hija, de ésta hacia su padre, o por qué no decirlo, del amor hacia uno mismo. Cuando tal vez pierdes el rumbo vital por una ruptura amorosa inesperada o sufres ante la decepción de un familiar o un amigo debes pensar que no tienes que encerrarte en ti mismo sino abrir tu corazón a aquellos que te rodean porque la bondad está más cerca de lo que piensas como bien muestra esta historia que tiene a Sandra Bullock como protagonista.
Pero en la cotidineidad del día a día también existen muchas historias anónimas que muestran un gran afán de superación: mujeres que enviudan jóvenes y tienen que luchar duro para sacar a sus hijos adelante. hijos que pasan su infancia añorando la figura de un abuelo, personas que sufren mucho tras un divorcio inesperado, chicas que sufren por no haber encontrado el amor verdadero, mujeres víctimas de malos tratos que no saben cómo salir de esa situación…
Decir que siempre queda el amor es lo mismo que decir que siempre queda esperanza porque el único momento en el que se termina todo es cuando llega la muerte. Hasta entonces, no debes de perder tu capacidad de confíar en los milagros, pero especialmente, debes evitar perder la fe en ti mismo.
De hecho, en la medida en que estés bien contigo mismo podrás sentirte bien junto a los demás. Y hay algo que debes evitar en cualquier circunstancia: sentirte culpable o responsable porque otra persona no se haya comportado contigo de forma correcta ya que tú solo eres responsable de tus actos y de tus decisiones.
Vivir merece la pena al cien por cien porque la aventura de la existencia es fascinante. Incluso en el dolor es posible aprender y extraer un mensaje para el futuro. Trabaja por tus metas y no cierres tu corazón a la vida porque como bien expresa el título de esta película siempre queda el amor. Pero para ello, empieza por quererte a ti mismo de la mejor forma posible.
Imagen: Flickr-Mbevis
