Tras una larga espera mañana, se estrena en nuestras pantallas la primera entrega de la trilogía de «Solomon Kane», cinta que fue presentada en nuestro país en el pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges, en el cual tuvimos la oportunidad de entrevistar a su productor Samuel Hadida y al director Michael J. Basset. Para acceder a la entrevistas pincha en Samuel Hadida y Michael J. Basset. Aprovechando el estreno hoy dedico un especial con imágenes, una entrevista a James Purefoy de Zonatrailer y notas de producción acerca del rodaje.
La película está protagonizada por James Purefoy (Marco Antonio en la serie Roma), Max Von Sydow (Minority Report, Shutter Island), Rachel Hurd-Wood, Jason Babson, Patrick Hurd-Wood y Pete Postlethwaite (En el nombre del padre, Parque Jurásico 2). La banda sonora es obra de Klaus Badelt (Ultravioleta, 16 calles, Constantine, Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra).
Al comienzo de la historia, Kane y sus sanguinarios hombres se están abriendo paso salvajemente entre multitud de defensores de una exótica ciudad del norte de África. Pero, cuando Kane decide asaltar un misterioso castillo cercano para saquear las riquezas que se rumorea que contiene, su misión da un fatídico giro.
Uno a uno, los hombres de Kane van muriendo a manos de demoníacas criaturas, hasta que no queda más que él para hacer frente a la muerte encarnada, un demonio llamado Guadaña, enviado por el mismísimo Diablo desde las profundidades del Infierno para reclamar su alma irremediablemente corrupta. A pesar de que Kane logra en última instancia escapar, sabe que ahora deberá redimirse, renunciar a la violencia y dedicarse por completo a una vida de paz y pureza.
Acerca del rodaje
El rodaje de Solomon Kane se realizó en 12 semanas en la República Checa, además de algunos días de filmación en el Reino Unido, y es la segunda película de Bassett que rueda en tierras checas, tras la cinta con la que debutó en la dirección, Deathwatch. Rodada en Praga y alrededores, los cineastas aprovecharon al máximo los escenarios únicos que ofrece el país, desde los castillos medievales de Tocnik y Zvikov, el último de los cuales hace las veces de monasterio de Kane, a las cuevas de Puste Kostely y los antiguos bosques de Jevany.
“Al tener a Samuel Hadida como socio, hemos podido plasmar la visión de Kane con la clase de presupuesto que exige, contando para ello con un equipo extraordinario”, afirma Berrow. “He trabajado en muchas películas, y bastantes de ellas aquí, en la República Checa, pero ninguna de ellas ha tenido un presupuesto de escala semejante a esta”, agrega Van Thompson.
Hadida comenta que “Michael Bassett es un gran director, pero queríamos que estuviera rodeado por los mejores talentos, con pedigrí”.
Solomon Kane supone la tercera producción del director de fotografía Dan Laustsen con Hadida, tras la galardonada El pacto de los lobos, de Christophe Gans, y Silent Hill. Hadida quería que Laustsen aportara su “sentido de la luz, del decorado, del exterior, su excelente vista”. Bassett afirma de Lausten que “sus referencias van de los estilos cinematográficos más clásicos al género de fantasía y terror. Y para mí era la combinación perfecta. Dan es realmente mi arma secreta, porque la película tiene un aspecto absolutamente sensacional”.
Inspirándose en las pinturas de Caravaggio y los maestros holandeses para dotar a la película de una cualidad visual atemporal, Bassett y Laustsen concibieron una gama de colores apagados y un aspecto desaturado para Solomon Kane. “La vamos a rodar de una forma muy clásica, ni cámara en mano ni granulado, vamos a hacerlo a la antigua, pero muy estilizado”, afirma Laustsen.
“Es estupendo trabajar con alguien que sienta una conexión tan fuerte con el material. Y hace tiempo que no trabajaba en algo de una escala tan épica”, comenta Alice Krige, que interpreta a Katherine Crowthorn. “Creo que lo que Dan y Michael están haciendo visualmente, que constituye una parte tan esencial de la narración de la historia como las palabras que se dicen entre sí los personajes, es sencillamente precioso. Cada fotograma está dotado de contenido emocional solo con su aspecto. Y es enormemente emocionante formar parte de ello”.
Al haber trabajado anteriormente con el diseñador de producción Ricky Eyres en Alex Rider: Operación Stormbreaker, Van Thompson decidió recurrir a él para dar vida a la rica visión de Bassett del mundo de Kane. Según Berrow, “Ricky ha interpretado con brillantez la obra de Robert E. Howard. Se ha producido mucho material de referencia a lo largo de los años, desde “Weird Tales” a los cómics de la editorial Marvel, o los libros de Wandering Star y muchísimos libros entre medias con ilustraciones de algunos de los mejores artistas del género de fantasía del mundo, y Ricky ha tomado todo esto y ha ido todavía más allá del conjunto de la obra ilustrada hasta la fecha”.
Uno de los interiores más grandes que tuvo que construir Eyres fue el Gran Salón del castillo de Axmouth, hogar de la infancia de Kane, que mide unos impresionantes 70 metros de punta a punta. Las labores de construcción llevaron diez semanas en los Gatteo Studios de Praga y, tras rodar todas las escenas de la infancia de Kane, Eyres y su equipo transformaron por completo el plató en cinco días para reflejar la encarnación del castillo como temible dominio del malévolo Malachi. Eyres también construyó en este mismo plató los decorados del misterioso castillo norteafricano, donde Kane ha de vérselas con el demonio Guadaña, en las primeras secuencias de la película.
Una de las primeras directrices de Bassett al diseñador de producción fue “arquitectura pavorosa”. Recuerda Eyres, “resultó interesante porque Michael quería que estuviera en algún lugar del Norte de África, pero sin concretar, así que, cuando te fijas en las referencias en su interior, se puede ver un poco de Egipto, un poco de Alejandría y luego están todos esos espejos, así que es una mezcla de estilos interesante”.
En el interior de la torre del homenaje de este castillo es donde aparecen los primeros elementos fantásticos de la película. “En la antesala de este salón del trono hay una sala de espejos y unas extrañas creaciones orgánicas con un cristal negro raro, retorcido, con burbujas, en cuyo interior acechan criaturas, y los espejos son, además, un portal a otra dimensión”, explica Bassett.
Eyres también construyó algunos de los decorados exteriores de la película, como la iglesia en ruinas del padre Michael o el pequeño pueblo con mercado, escenario de la crucifixión de Kane, en la parte posterior de los Barrandov Studios de Praga. El decorado del pueblo con mercado sirvió un doble propósito, ya que Eyres y su equipo pudieron prenderle fuego más tarde y convertir las calcinadas ruinas en otro decorado más: el devastado pueblo que Kane y los Crowthorns cruzan en su viaje.
Todos los decorados que aparecen en Solomon Kane fueron construidos por artesanos locales y el productor delegado Philip Waley, entre otros, quedó encantado con el resultado final. “El personal checo es insuperable y creo que el oficio con que están hechos los decorados es asombroso”.
Los productores también embarcaron en el proyecto a John Bloomfield, con quien ya habían trabajado antes en Conociendo a Julia y Alex Rider: Operación Stormbreaker, para diseñar el vestuario de la película. Como creador del vestuario tanto de Conan, el bárbaro como de Conan, el destructor, Bloomfield ya estaba perfectamente familiarizado con los escritos fantásticos de Robert E. Howard.
Al igual que con la dirección de fotografía y el diseño de producción, Bassett quería que el diseño de vestuario de Bloomfield reflejara una realidad basada en la Inglaterra del siglo XVI pero rematada con un toque fantástico. Bloomfield explica, “es de su propia época, pero tiene poco que ver con la realidad. Eso permite disponer de una gran flexibilidad, evidentemente, porque puedes crear tu propio mundo, teniendo siempre en cuenta lo que conocemos con fidelidad histórica”.
Bloomfield quedó completamente convencido de que Purefoy era la encarnación perfecta de Kane en la primerísima prueba de vestuario del actor. “Se plantó en el probador, empezó a ponerse las primeras prendas del traje y de repente se convirtió en Solomon Kane. Podía verlo cambiar delante de mí”, rememora Bloomfield. “Y sé que Michael Bassett tuvo la misma sensación cuando entró de repente y lo vio. Exclamó, ‘vaya, esto va a salir bien’”.
La transformación de Kane puede apreciarse en su inimitable diseño de vestuario, Bloomfield explica, “empieza como un aventurero pirata, luego se convierte en un peregrino, hasta que llega a su existencia de puritano con el famoso sombrero negro y la gran capa. Así que es un viaje para él, pero también para mí”.
Tras haber trabajado juntos en Troya, La brújula dorada y, más recientemente, en Stardust, el coordinador de especialistas Franklin Henson y el gran maestro de esgrima Richard Ryan combinaron sus especialidades para idear el particular estilo de lucha con daga y estoque de Purefoy y dotar a las intrincadas peleas de la originalidad y la brutalidad inmediata que buscaba el director.
De la contribución de Ryan a Solomon Kane, Bassett explica, “creo que aquí se ha superado realmente a sí mismo, porque tenemos peleas donde Kane lucha con dos espadas y se enfrenta a la vez a once o doce rivales y las ha coreografiado de manera que resulten muy creíbles e intensas”.
Además de aprender esgrima bajo la tutela de Ryan y equitación bajo la de Henson para el papel, Purefoy se sometió a ocho meses de ardua preparación física para conseguir un físico y un porte similares a los de Kane, tal como se describe en la obra de Howard.
“James consigue mantener en todo momento un aspecto fenomenal sin matarse. Se entrega en cuerpo y alma, lo da todo, un 120%”, afirma Henson. “Puedo asegurar, con la mano en el corazón, que ha realizado el 95% de sus propias peleas de espada, montar a caballo y toda la acción”. Al hacerlo, Purefoy sufrió varias heridas que precisaron puntos, pero fue todo en nombre de representar de manera creíble a un genial espadachín perfectamente capaz de acabar con todo enemigo que se le pusiera por delante.
“James lucha metido en su personaje. Lucha como si quisiera matarte, lo que es genial”, comenta Bassett. “Cuando Kane desenvaina su espada, su única intención es matarte. Y James se lo ha tomado verdaderamente a pecho”.
Solomon Kane también ofreció a Henson y Ryan la aterradora oportunidad de coreografiar y supervisar la que es, posiblemente, la pelea con espadas llameantes más larga de la historia del cine, durante la cual uno de los enemigos sobrenaturales de Kane sigue enzarzado en combate mortal a pesar de estar completamente envuelto en llamas.
Otro de los agotadores retos físicos que Purefoy tenía que afrontar durante el rodaje era la escena de la crucifixión de Kane en el pueblo con mercado a manos de los saqueadores. Mark Taylor, primer ayudante de dirección, afirma, “creo que es una secuencia genial. Una vez más, James se portó como un campeón. No es muy divertido que digamos tener que aguantar en una cruz a cero grados mientras caen chuzos de punta”.
Como Solomon Kane es una película fantástica llena de elementos sobrenaturales y brujería, la cuestión del maquillaje y los prostéticos y el diseño de criaturas resultaba crucial para lograr plasmar la visión del director (y de Howard). A pesar de la preponderancia de efectos de vanguardia y mejoras digitales en el filme, Bassett quería a la vez crear una película con una base sólida y un aspecto atemporal. Bassett explica, “se trata de buscar un modo de lograr fusionar momentos con criaturas modernas y efectos especiales muy modernos con una historia clásica, en cuyo centro se halla una gran interpretación de un protagonista que en mi opinión se trata de algo especial que va a llamar la atención. Van a ver el Kane de James Purefoy y pensar, ‘vaya, ese tipo es extraordinario’”.
Al empezar el desarrollo de la película, Hadida decidió recurrir al importante diseñador de criaturas Patrick Tatopoulos, que ya trabajó como diseñador de criaturas en la producción de Hadida Silent Hill, y al destacado dibujante de cómics Craig Staples para elaborar los diseños conceptuales iniciales de algunas de las particulares criaturas de la película. Bassett pasó varias semanas con Tatopoulos para tratar de “crear una nueva imagen para las criaturas, cosas que el público no haya visto nunca antes y, aun así, cosas que encajen perfectamente en esta aventura de fantasía con una base real”.
Además del demonio guerrero, una de las creaciones resultantes de Tatopoulos para Solomon Kane es el diseño del traje de Guadaña, que se encargaría de llevar Ian Whyte, con sus 2,28 metros de altura, quien ya interpretara a un depredador en Alien vs. Predator 2. “Patrick diseñó el personaje y elaboró su maqueta, que se escaneó al ordenador y se creó como un elemento completamente en 3D”, explica Paul Jones, supervisor de animatrónicos y prostéticos.
Jones y el diseñador de peluquería y maquillaje ganador del Oscar® Paul Pattison (Braveheart), ambos veteranos de Silent Hill, se encontraron colaborando de nuevo estrechamente en Solomon Kane. “Paul tenía ideas estupendas para los personajes llamados saqueadores, que eran básicamente campesinos y soldados poseídos por el cacique y Malachi. Al final fue cuestión de un maquillaje muy sutil pero efectivo que creé en Toronto con mi compañía”, explicas Jones. Como en la película aparecen varios cientos de saqueadores, en ocasiones 50 por día de rodaje, el equipo de Jones tuvo que producir en masa 500 prostéticos de maquillaje de un solo uso, necesarios para crear su horripilante aspecto.
Otro de los numerosos retos que tuvo que afrontar Pattison fue el diseño, realizado una vez más conjuntamente con Jones, y la aplicación, que llevaba cuatro horas, de los múltiples tatuajes, numerosas cicatrices y complicadas heridas de guerra de Kane. Como explica Bassett, “Kane tiene el cuerpo lleno de marcas y tatuajes, lo que supone un cambio con respecto a la imagen clásica de Kane, pero me pareció importante que lo tuviera. Carga literalmente con sus viejas heridas de guerra”.
Pattison, junto con David Scott, supervisor de prostéticos, también diseñó el extraordinario maquillaje y los prostéticos del mal encarnado, Malachi, interpretado por Jason Flemyng. “Queríamos que destacara, costara lo que costara, pero creamos una combinación muy sutil de tatuajes, cicatrices prostéticas, aplicaciones prostéticas y una peluca fantástica que nos proporcionó Paul, que crearán entre todos una imagen realmente memorable”, afirma Jones.
Los necrófagos a los que se enfrenta Kane en la película fueron interpretados por una mezcla de especialistas esbeltos y atléticos y bailarines, muy apropiados para interpretar a estas criaturas escuálidas y deformes. Para cada uno de los doce intérpretes principales de necrófagos, Scott elaboró partes genéricas de orejas, frentes, calvas, pecho y espalda. Estos firmes prostéticos de látex se aplicaban luego a cada necrófago y se realzaban todavía más con gran cantidad de pintura corporal, suciedad, sangre, zonas de pelo, lentillas y dentaduras postizas de aspecto malvado.
Tras el éxito de sus colaboraciones en anteriores producciones, Hadida decidió contar con la compañía francesa de efectos especiales BUF, responsable de parte de los efectos visuales de Silent Hill, para que creara los efectos digitales del demonio de fuego de la película, una criatura de más de siete metros y medio enviada a por Kane desde el mismísimo infierno en el punto culminante de la película. “Se trata de un efecto sofisticadísimo; está completamente hecho en 3D, hay cosas ardiendo y la criatura se mueve arrasando y atronando por el gigantesco decorado que hemos construido”, explica Bassett.
Una de las secuencias más cargadas de efectos especiales prácticos se rodó en pleno invierno en el plató exterior de Barrandov Studios y Taylor, primer ayudante de dirección, y su equipo tenían previsto perder un 40% de los 200 extras programados cada día a causa de las desagradables condiciones de rodaje en el decorado del mercado (la producción soltaba 50 toneladas de agua diarias sobre este plató exterior y sobre los actores) y contrataron extras de más como contingencia. Taylor recuerda, “sabía que íbamos a hacer llover y que no iba a ser muy agradable, el barro nos llegaba hasta las rodillas, era realmente horrible, como estar en las trincheras de la 1ª Guerra Mundial”. Para su sorpresa, al cuarto día de rodaje solamente cuatro extras habían cancelado su compromiso y el resto de ellos se mostraron encantados de continuar. “Les dio pena que terminara la escena. Para mí fue una confirmación de que estábamos trabajando en una buena película. Incluso los extras sabían que era diversión de la buena y que lo que estábamos haciendo tenía una aspecto fantástico”.
Basada en el personaje de Robert E. Howard, El CAPITÁN SOLOMON KANE es una máquina de matar brutalmente eficiente del siglo XVI. Armado con sus característicos alfanje, estoque y pistolas, da rienda suelta junto a sus hombres a su ansia de sangre mientras libra guerra tras guerra en nombre de Inglaterra por todos los continentes.