Escenarios, 29
El pasado fin de semana se ha presentado en el Teatro del Mercado de Zaragoza una pieza teatral realmente sorprendente. Sobre el papel hubiera exigido la participación de unos cuantos actores, o al menos la inclusión de muchas voces en off, porque los personajes son numerosos. Sin embargo todo corre a cargo de uno solo, si exceptuamos un breve intermedio de apenas tres minutos. ‘Absolutamente comprometidos’ es el título de un texto que narra las disparatadas situaciones de un actor en paro que atiende el teléfono de reservas de un prestigioso restaurante. ‘Absolutamente comprometidos’ es la consigna que debe dar a los clientes menos relevantes para indicar que no hay mesa disponible.
La obra, original de la norteamericana Becky Mode, está dirigida por Miguel Pittier e interpretada por Kike Guaza, que da vida y voz a una treintena de personajes diferentes en un espectáculo que combina humor, ternura, tensión e intriga. El telefonista puesto en pie por el actor se llama Dani Mayer, y es a su vez un actor sin trabajo que realiza la mencionada función. Una jauría de variopintos clientes, pertenecientes a la alta alcurnia, pugnan por conseguir una reserva en la mesa adecuada utilizando todos los métodos, desde la compasión al soborno. Además de soportar este aluvión de llamadas telefónicas, Dani tiene sus propios problemas: un padre que lo espera en Navidad, un jefe intransigente, el absentismo de algunos colegas y la angustiosa espera del resultado de un casting en el Centro Dramático que puede abrirle el camino como actor.
Para Kike Guaza la propuesta significó un reto, del que ha salido extraordinariamente airoso. El espectador llega a temer un desmayo del actor en el transcurso de la acción, derivado de un estrés insoportable. Nada de eso ocurre, por supuesto, porque el aguante y las facultades interpretativas de Guaza son excepcionales. Destaca sobre todo su versatilidad vocal, de una notable verosimilitud y fiabilidad, a pesar del continuo cambio de registro. El lenguaje está muy depurado y es de agradecer que en una obra cómica tan extensa no se recurra a la grosería o al chiste soez, ni haya referencias de mal gusto.
‘Absolutamente comprometidos’ no es una sesión de monólogos, sino una obra de teatro en toda la extensión del término, montada de manera sencilla pero suficiente, con un final oportuno que cierra la magnífica gestión del texto realizada por actor y director.