Cultura

Teatro: «Cena con Amigos». Conflictos y rupturas

Escenarios, 34

CENA CON AMIGOSLas desavenencias entre las parejas, desde que ancló en el mundo burgués la filosofía del amor romántico, y las rupturas sentimentales, desde que se liberalizó socialmente el compromiso, son una constante de la convivencia humana en nuestra época.

En el Teatro del Mercado se ha representado los pasados días la obra ‘Cena con Amigos’ una adaptación del argentino Daniel Veronese, dirigida por él mismo, de la obra de Donald Margulies que recibió el premio Pulitzer en el 2000.

Dos matrimonios de larga trayectoria amistosa quedan a cenar en casa de uno de ellos, pero sólo parece la mujer del segundo. Tras un inicio desenfadado, pronto se plantea la tragedia: la solitaria acaba de pedir el divorcio porque su marido le ha confesado tener una amante. La noticia afecta a la pareja anfitriona y comienzan a producirse roces entre ellos, que fueron los promotores de la relación que acaba de romperse.

El largo decenio de intensa comunicación entre los cuatro se ha quebrado. A partir de ese momento cada uno muestra en directo su personalidad, desterrando las buenas maneras, en cierto modo impostadas, que habían regido hasta entonces la convivencia entre ellos. Ni Karen y Bea son tan íntimas como parecía, ni Tomás y Gaby mantienen la confianza que habían cultivado, o tal vez aparentado, durante años.

En cierta manera, los personajes interpretados por May Pascual, Gloria López, José Olmo y Orencio Ortega quedan desnudos frente a sí mismos y ante quienes fueron sus imprescindibles amigos. Ni siquiera la pareja que se mantiene oficialmente unida, la de Karen y Gaby, recupera el tono de confidencialidad que los mantuvo próximos hasta la crisis de sus amigos. Los cuatro se plantean cuestiones que hasta entonces habían esquivado y desatan sus inseguridades individualmente frente a sus correspondientes correlatos Bea y Tomás. Esta conciencia de la soledad, que proviene de la pérdida del equilibrio aparente en que vivían, es el mensaje más evidente de la obra, que tiene un final enigmático y nada complaciente.

Sin que la trama sorprenda, porque refleja situaciones habituales en el tiempo que vivimos, sí hay que destacar la eficacia del montaje, simple y sumamente ágil, así como la intensidad de las interpretaciones, muy equilibrada entre los cuatro actores, con un plus dramático en el papel de Gloria López. El ritmo es ágil y los silencios significativos, como también lo es la superposición de conversaciones en algunos momentos de la trama, subrayando la estrategia de la huida por la vía de la locuacidad que utilizan ciertas personas para eludir situaciones difíciles.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.