Cultura

Teatro de las Esquinas de Zaragoza: El doctor Jekyll

Escenarios, 28

Hay que dar por sentado que los espectadores de la obra que se ha representado el pasado fin de semana en el Teatro de las Esquinas, de Zaragoza, conocen a fondo, o al menos suficientemente, la historia del doctor Jekyll y mister Hyde. Robert L. Stevenson se adelantó con su novela a las investigaciones que se hacían a finales del siglo XIX sobre la conducta humana. Es una muestra de cómo, a veces, la literatura va por delante de la ciencia; además del de Freud, podrían citarse otros casos, como los argumentos de las novelas de Julio Verne que anticipan investigaciones de todo tipo; pero volvamos al teatro.

El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde ha dado origen a muchísimas versiones, tanto para la escena como para la pantalla. La originalidad de la narración escénica que ahora nos presenta la compañía El Desván Teatro, elaborada por Fernando Sansegundo, consiste en que plantea unos hechos ocurridos a continuación de la historia conocida.

DR. JEKYLL 2Cuando parece que se ha olvidado al monstruo de Hyde, y el doctor Jekyll ha desaparecido de la ciudad de Londres, una pareja de mujeres acuden a ocupar la casa donde habitaron ellos. Una es la hermana del doctor Lanyon, que murió al presenciar el desdoblamiento físico de su colega Jekyll, víctima de un trastorno disociativo de la identidad; la otra es su sirvienta y hasta cierto punto su amiga. Ambas van a tener que enfrentarse a los dos personajes clave de la historia, en busca de justicia y de venganza.

La trama versa sobre ese enfrentamiento y plantea muchas cuestiones de tipo filosófico: la búsqueda de la verdad, el origen del miedo, su solución, el sentido de la culpa, los vericuetos del amor, el significado del mal, la tiranía del sexo, etc.

DR. JEKYLLDomingo Cruz, como mister Hyde, y Diego Ramos, como el doctor Jekyll, son una unidad de destino enfrentados a la desgracia, en la que se involucran las dos damas interpretadas por Ana García y Paca Verlardiez. Bajo la dirección de Carlos Martínez-Abarca, la obra nace un tanto confusa, imprecisa, para ir aclarándose a medida que avanza la acción. Hay cierta inseguridad inicial en el papel del doctor Jekyll, con parlamentos precipitados y alteración del ritmo narrativo. La entrada en acción de las dos mujeres equilibra el conjunto del trabajo.

El escenario dividido en dos está bien concebido y resulta elocuente, lo mismo que el resto de los elementos escenográficos. Tanto el texto como el montaje son exigentes para el espectador medio que, como se ha dicho, necesita conocer previamente la historia e identificar a sus personajes para seguir el desarrollo de la trama con mayor seguridad.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.