Cultura

Televisión de politono

Echo de menos las sintonías de las series de televisión de los 80 y 90, ésas que se podían tararear, que servían para calentar motores antes de cada capítulo, con carácter y, en muchos casos, el primer acercamiento a la música instrumental de una generación de jóvenes que se crió pegado a la pequeña pantalla, como era mi caso. El que escribe disfrutaba tanto con «Barrio Sésamo» (Sesame Street) como con «Más vale prevenir» del señor Ocaña pero de un tiempo a esta parte uno ya no se emociona con las melodías de cabecera de los programas, las mismas que antes me hacían correr por el pasillo de mi casa para no perderme ni un ápice de lo que estaba por pasar en el apasionante universo de la «caja tonta».

Ayer vi el primer episodio del «remake» de la mítica serie «V», la de los extraterrestres lagartos que vienen en son de paz pero que nos la quieren meter doblada. Al margen de lo que me pareció la nueva versión, que aporta algunas cosas interesantes -como que los alien estaban entre nosotros desde tiempo inmemorial-, me sentí decepcionado por la poca importancia que los productores le dieron a la sintonía. Es casi inexistente, del estilo a la que idearon para «Perdidos» (Lost). Un par de acordes y a correr, un disparate. La música de un programa es parte de su alma y es lo que uno recuerda años después cuando los nombres de los protagonistas y lo que les sucede se pierde en el limbo de la mente. Pues eso, «V» está desangelada. Se ve que en Hollywood alguien ha pensado que las audiencias ya no tienen estómago para digerir inicios musicales consistentes y temen que sus espectadores huyan a otro canal si la historia no empieza al momento. Craso error.

No solo «V» y «Lost» son un ejemplo de esta tendencia a usar «politonos» para sintonías de series. Otra de las nuevas, «Flashforward», arranca con un ruido de ascensor, por no decir de «Heroes», cuyos «misteriosos» sonidos quedarían estupendamente como aviso de la llegada de un SMS al teléfono. La de «Grey’s Anatomy» parece sacada del mítico piano Casio 10 y así un sinfín de programas que de una forma o de otra se presentan cada semana ante sus seguidores con una cantinela insulsa que casi ninguno de sus fans sería capaz de reproducir en voz alta. Incluso «House», que tiene algo más de gancho, adolece de falta de pasión.

Todas estas series mejorarían si sus sintonías estuvieran a la altura de sus argumentos. No es una crítica a los compositores, que los creo capaces de elevarnos el espíritu, pero sí a quienes constriñen la identidad de estos shows a la pura trama.

La «V» de los 80 cautivaba con su cabecera. El «Coche fantástico» (The Knight Rider), «MacGyver» o el «Equipo A» (The A-Team) te ponían las pilas antes de empezar. Quién no se acuerda de «Beverly Hills 90210», «Expediente X» (X-Files) o «Ally McBeal». Los culebrones como «Falcon Crest» o «Santa Barbara», todos se presentaban con solemnidad. Esos eran programas orgullosos, como «Vacaciones en el mar» (The Love Boat), «Se ha escrito un crimen» (Murder, she wrote), «La ley de Los Ángeles» (L.A. Law), por no remontarme más atrás, «Bonanza», «La familia Monster» (The Munsters). En fin, queréis más ejemplos: «Friends», «Webster», «Cosas de casa» (Family Matters), «Canción triste de Hill Street» (Hill Street Blues), «Luz de luna» (Moonlighting), los inolvidables «Vigilantes de la playa» (BayWatch), los magníficos «Simpsons», los imborrables «Aquellos maravillosos años» (The Wonder Years), «Los problemas crecen» (Growing Pains), «Doctor en Alaska» (Northern Exposure) y «El príncipe de Bel Air» (Fresh Prince). Estoy seguro de que muchos habréis tarareado este rato algunas de estas sintonías en vuestras cabezas. Apuesto a que no pasará lo mismo con «Lost» dentro de 10 años. Yo, al menos, seré incapaz.

«CSI» es de las pocas que mantiene el tipo en esta sequía de sintonías, lo mismo que, en su estilo, «Mad Men» y como ya hicera «The Sopranos»; pero poco más. Espero que esta epidemia no se extienda al cine.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.