“Un libro de tensiones fronterizas”. Así es cómo el novelista José Luís Muñoz describe su última obra, La frontera Sur, publicada por Almuzara (2010) y con la cual ha ganado el premio de novela negra Ciudad de Carmona. En ella retrata las enormes diferencias que caracterizan una misma geografía como puede ser la frontera entre la California de Estados Unidos y la baja California en México. Los contrastes económicos, la inmigración masiva, el miedo, el alzamiento de un muro entre dos países, la guerra al narcotráfico y la corrupción son algunos de los elementos que sirven de decorado para una obra que se enmarca en el género que tan bien domina el autor: la novela negra.
La historia nace de una de sus obras anteriores: Lluvia de Nickel (que publicó en el año 2004) y tras un viaje a la ciudad de Las Vegas en la que pudo comprobar la omnipresencia del juego, el gusto por la ostentación y el despilfarro. El personaje principal, Mike Demon, es un agente de seguros acostumbrado a viajar a menudo, que invierte gran parte de su dinero en mujeres dóciles y complacientes, sin esperar más retribución que la del placer inmediato y variado. Típico sureño de Estados Unidos, racista y frío, primario y cerrado con una cierta inclinación por las mujeres exóticas, el hombre cae en su propia trampa y se enamora de una prostituta mejicana que le cambia todos los esquemas: Carmela. Ella tiene algo especial, algo distinto, su inocencia, su pureza y dulzura quizás, elementos que hacen temblar a cualquiera y, sobretodo, al protagonista. Asimismo, Mike Demon se ve envuelto en una historia en la que pierde el control, se deja enredar y cruza otra frontera más lejana y deslumbrante que la simple línea geográfica: la del amor.
La ironía de enamorarse en una casa de citas o de una mujer que cobra por sus servicios nos lleva a centrarnos en esa profesión de alto riesgo y de gran entrega que es la prostitución. ¿Cómo es que aparece en tantas obras de novela negra? ¿Por qué llama tanto la atención? José Luis Muñoz explica que es un negocio habitualmente relacionado con tramas criminales o delincuentes. Por ese motivo, el prostíbulo se ha convertido en un escenario inevitable de las novelas negras en el que se forman relaciones inesperadas, se hacen confidencias o, simplemente, se trata de olvidar la insulsez de una vida rutinaria. Un prostíbulo siempre esconde un chulo, un traficante o una prostituta y de ahí pueden partir las anécdotas más interesantes. Pero más allá de la simple relación con el crimen, el autor reconoce que la prostitución tiene un atractivo literario evidente. “Personas totalmente desconocidas se encuentran y negocian algo tan enigmático como el placer”. Ese puede ser el motivo por el cual la prostitución aparece en muchas otras obras clásicas.
Preguntado sobre lo que ha supuesto para él ganar el premio ciudad de Carmona, José Luís Muñoz comenta que ha ganado en exposición y reconocimiento. “Ganar un premio siempre es importante”, explica él y añade que éste es el primer premio de Novela negra que se le concede pese a tener más de 26 obras publicadas y varios galardones. No es noticia el hecho que el autor se sienta muy cómodo en este género, gran parte de sus obras lo demuestran y le permiten ahora estar en la primera línea española de la novela policiaca. Según él, “la novela negra es la novela social del siglo XXI”. A través de ella, uno puede retratar la cruda realidad de los ambientes más desconocidos, hablar con libertad de los vicios y los ideales de los personajes con tramas novedosas y palpitantes.
Para el que ya haya leído la novela La Frontera Sur, José Luis Muñoz revela que tiene una nueva obra en camino. Tratará esta vez del nazismo y de un doctor prófugo del que se desconoce el paradero. La novela ha implicado una investigación sobre los métodos que empleó para burlar a las autoridades y, sin lugar a dudas, enganchará al lector con la misma facilidad. De momento, la intriga ya está servida.