Lecturas, 2
DVD Ediciones. Narrativa. Barcelona, 2011. 135 p.
Con cierto retraso sobre el calendario previsto, he terminado de disfrutar con la novela ÁšLTIMOS DÁAS EN EL PUESTO DEL ESTE, de Cristina Fallarás, que obtuvo el XLII premio Ciudad de Barbastro de novela corta en 2011, y he llegado a la conclusión de que es un libro para leer con un pie puesto en el ombligo mientras los ojos se sitúan detrás de las paredes para que no los sorprenda algún capitán del ejército en desbandada.
De todos los apocalipsis que se han escrito antes y después del canónico libro neotestamentario, el de la novelista zaragozana es el más desprotegido de trompetas, el más angustioso de ángeles custodios sin caballos, el más cerrado de puertas y el más lejano a los sellos de correos de curso legal. Podrían añadirse algunas anécdotas protagonizadas por monjitas de clausura que fabrican hostias consagradas sin necesidad de revisar las barbas a ningún pontífice de ninguna religión de ningún pueblo deshabitado en la ladera de una montaña cuesta arriba o al amparo de una costa sin orillas.
Así se resume el argumento, por más que se pretenda nadar hasta el Distrito Federal de México a través de las lagunas de Xochimilco que únicamente existen dibujadas en la ausencia de la protagonista. El residuo de los refugiados en el Puesto del Este aún permanece allí aguardando el principio de la eternidad.