En la causalidad en que tu boca bebe del deseo de solo un beso, un vuelo que más que vuelo es fuga y más que placer, es secreto y bienvenida…
…Y lloran en cada espacio del tiempo, los demonios incrédulos del no amor, y sus almas que se hacen plumas, caen poco a poco de los árboles verdes, y sonríen las lunas y los duendes. Cada vez que te pienso…
…Se llenan de colores los ríos y el fiel lucero, de rojos y blancos y verdes, en medio de mis miradas, y aromas de naranjos en flor, se encienden las madrugadas, criando simplezas de tu infinita ausencia, y mi necesidad perfecta, de tus besos que sobrevuelan mares y acarician sueños…
[1] Attimo: en italiano, un pequeño momento.