Escenarios, 47
Durante casi una semana se ha ofrecido en el Teatro Principal de Zaragoza una producción, elaborada por la plataforma ‘Actrices para la escena’, nacida en esta ciudad, que ha dado a conocer pequeños retazos de la vida de doce mujeres que ciñeron la corona real. El denominador común es que, a pesar de la parafernalia que las rodeaba, fueron íntimamente infelices.
Leonor de Aquitania, Isabel la Católica, Juana de Castilla, Catalina de Aragón, María Tudor, Isabel I de Inglaterra, María Estuardo, Cristina de Suecia, Luisa Isabel de Orleans, Isabel de Farnesio, Catalina la Grande y María Antonieta desfilan ante los ojos del espectador mostrando las miserias personales que acompañan a la pompa externa. Las doce actrices que representan a cada una de las reinas interactúan también como personajes secundarios –en muchos casos de hombres– en los sucesivos cuadros escénicos, colocados por orden cronológico de la vida de sus protagonistas.
El montaje es ágil, el diseño original, el vestuario sugerente y multidisciplinar con estética contemporánea, y la dramaturgia efectista basada principalmente en la iluminación. Bajo la dirección de Blanca resano, Marissa Nolla, Ana Marín, Minerva Arbués, Inma Oliver, Luisa Peralta, Laura Plano, Carmen Marín, Amor Pérez Bea, Amparo Luberto, Marilés Gil, Nuria Herreros e Inma Chopo mantienen a buen nivel la tensión narrativa, con los naturales altibajos de los temperamentos individuales y en algunos casos con cierto exceso declamatorio. Son muy efectistas la ambientación audiovisual y la banda sonora que acompañan la acción.
Este tipo de espectáculos, muy bien recibidos por un público interesado en las figuras históricas en general, y particularmente en el protagonismo de estas mujeres maltratadas por la vida –es sabido que varias de ellas sufrieron una muerte violenta– que han llenado las páginas de los manuales escolares, pone de manifiesto la infelicidad consustancial al poder. Basta un mero repaso a los nombres de los monarcas españoles de los últimos siglos para comprobar que son muchas más las sombras que las luces, aun desconociendo en muchos casos el detalle de su intimidad.
No estaría de más que una producción paralela, realizada por una presunta ‘Plataforma actores para la escena’ nos planteara un retrato similar de doce reyes infelices en la Europa de los últimos siglos. Seguro que puestos a buscar, encontraban incluso trece.
