Título: Vaya par de polis
Título original: Cop Out
País: USA
Estreno en USA: 26/02/2010
Estreno en España: 28/05/2010
Productora: Warner Bros. Pictures
Director: Kevin Smith
Guión: Robb Cullen, Marc Cullen
Reparto: Bruce Willis, Tracy Morgan, Seann William Scott, Ana de la Reguera, Michelle Trachtenberg, Rashida Jones, Adam Brody, Jason Lee, Kevin Pollak
SINOPSIS
un par de veteranos policías de los Ángeles siguen el rastro de una preciada tarjeta de béisbol de 1952 que fue robada.
CRÁTICA
Sólo basta ver el anterior filme del amigo Smith, ¿Hacemos una porno? Como ejemplo de la decadencia del otrora interesante cineasta. Supongo que la caída a los infiernos suele repercutir en sacar adelante proyectos personales, es decir todo tiene su precio. Es muy bonito ser autor, ser cineasta independiente pero hablando en plata de eso no se come y el señor Smith al igual que todo hijo de vecino necesita pagarse la hipoteca, la luz, el agua…. etc.
Entonces llega el momento de tener que aceptar encargos, tragarse lo que se dice el estilo habitual y lanzarse a rodar guiones ajenos aunque sean tan limitados. Se intenta recuperar las Buddie-Movies tan populares en los ochenta. Tango y Cash, Danko, Arma letal. Todas ellas se las ingeniaban en ofrecer un entretenimiento basado en juntar un par de polis de ideas y comportamientos totalmente contradictorios, siendo los contrapuntos opuestos en el carácter de ambos el elixir donde radica la acción.
Esta Vaya par de polis no recobra nada, su estilo de chistes son caca, culo, pedo, pis, tienen nula trascendencia, el protagonista de la Jungla de Cristal Bruce Willis intenta de nuevo reverdecer laureles de antaño con lo que mejor se le da. Es decir interpretar al eterno policía irónico, pasado de vueltas, parco en palabras aunque no le falten arrestos. Un tipo duro en toda regla. Evidentemente el personaje está ya muy manoseado, lo malo es que el actor no se encuentra cómodo con unos diálogos escritos sin ninguna inspiración, si encima le colocan al insoportable Tracy Morgan, actor popular en la televisión gracias a Rockefeller Plaza. El tipo parece un Murphy hasta las cejas de speed en una sobreactuación que dan arcadas.
La dirección acartonada de Smith tampoco ayuda, su aspecto de telefilme donde los aspectos técnicos se resuelven de forma académica sin destacar nada en especial.
Un largometraje que no deja de asentarse en gracietas de colegio que no tienen fin. Sólo suspiras aliviado precisamente cuando la palabra pronunciada aparece en pantalla dándote cuenta de que sólo fue una pérdida de tiempo.
Lo Mejor: Que termine.
Lo Peor: Todo pero tracy Morgan es horrible.
Un 0.