Cultura

Volunturismo: Turismo solidario

Las vacaciones al extranjero conocidas como “turismo humanitario”, “vacaciones solidarias” o “volunturismo”, han aumentado en los últimos años: un 20%, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Pero, ¿cuál es la realidad de este turismo camuflado de  voluntariado social? ¿A quién beneficia?

“En Argentina”, se dice en una web, “además de ver el Perito Moreno e Iguazú, se puede asesorar a pequeños emprendedores. En Kenia, aparte de un maravilloso safari en Masai Mara, se puede conocer el poder del deporte como herramienta educativa jugando con los niños al fútbol. En México, al tiempo que observamos las grandiosas construcciones Mayas, se puede ayudar a edificar una casa para una familia necesitada”. Son los anuncios que una “empresa especializada en experiencias solidarias”, propone. Luego añade: “Las experiencias Zuvy tienen de media una duración de un día o dos, y se pueden incorporar a cualquier plan de viaje”.

A diferencia de muchas ONG, las agencias de viajes sí tienen, como cualquier empresa, ánimo de lucro. Cada vez más empresas del sector turístico se benefician con estas nuevas formas de turismo (humanitario, responsable, ecoturismo, etc.). Muchas agencias disfrazan su estética como asociaciones no lucrativas para promocionar sus viajes solidarios. La agencia Turismo Solidario y Sostenible pregunta a los visitantes de su página web si son viajeros responsables, y les anima a emprender “el proyecto de su vida” con algunas comunidades locales de Namibia. El proyecto lo promueve la fundación del banco Banesto, y en él colaboran multinacionales como Zara, del grupo Inditex, con numerosas denuncias por explotación de sus trabajadores y por no respetar el medioambiente.

El pack voluntariado-turismo no es más que una oferta atractiva, un proyecto de marketing que reviste de solidaridad su objetivo de acumular ingresos. Pero no menos importante son los objetivos que mueven a los turistas a contratar sus vacaciones solidarias. La buena intención es innegable. Pero una buena intención no siempre implica una aportación positiva. Cualquier ayuda no siempre es buena. De hecho, se han sumado quejas de algunas comunidades locales contra los volunturistas por construir instalaciones innecesarias o por prestar servicios absurdos que los habitantes no piden. Porque tanto la agencia como los viajeros desconocían por completo las necesidades de esos pueblos y, sobre todo, dieron por hecho que ellos podrían paliarlas.

Las empresas del sector ponen como pretexto que el turismo en países del “Tercer Mundo” proporciona empleo a sus comunidades locales. Un argumento cierto, pero con doble filo; algunos estudios han demostrado que los países del Sur se benefician bastante poco del turismo internacional. Gilles Caire, Profesor de Economía en la Universidad de Poitiers, nos ofrece un ejemplo de un paquete de “trekking” en el Atlas marroquí durante una semana, con vuelo en Air France. Asegura que, de los 950 euros que cuesta el viaje, 540 no llegan a Marruecos. “La repartición de los ingresos es muy desigual: 370 euros irán a la economía de Marrakech (margen de la agencia local, noche de hotel, minibús, salario del guía y provisiones para la excursión) y sólo 40 euros llegarán a los locales (cocinero y mulero)”. Afirma que la región de destino percibe menos del 5% de las sumas que paga el viajero.

in-focusTricia Barnett, directora de Tourism Concern, sostiene que el mercado está más interesado en el dinero que aporta el voluntariado que en realmente ayudar a las comunidades. Cadenas como la estadounidense Marriott International, tras la devastación que dejó a su paso el huracán Katrina, ofrecía a sus huéspedes participar en la reconstrucción de casas a un precio de 99 dólares. Incluía noche en habitación de lujo, portera, transporte, un lunch y camisetas de recuerdo incluidas.

Qué prioridades mueven a estos viajeros para entender el auge del nuevo “turismo solidario”. El voluntariado se desvirtúa si se compara con un ocio tranquilizador de conciencias. Vivir una experiencia solidaria debe ser consecuencia de un voluntariado con formación y preparación, pero no el único fin.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.