Cultura

Wilco – Yankee Hotel Foxtrot

«¿Y que putas significa Wilco?» le gritaba a mi amigo entre balbuceos y tropezones a las dos de la mañana al salir del bar; minutos antes se había desbordado en elogios, muchos de ellos incoherentes, de los cuales se me quedó grabado uno en especial: «¡Son los Radiohead gringos!».Pasaron varios meses para que los Wilco volvieran a cruzarse en mi camino, esta vez fue al encontrarlos -sólo unos puestos más abajo del Kid A de Radiohead-en el ranking de los «Diez mejores discos de la década». El álbum en cuestión Yankee Hotel Foxtrot.

Después de buscar en la web para poder saciar mi curiosidad, me enteré que Wilco viene de la unión de dos palabras en ingles: will comply, que en castellano significa: «Nosotros cumpliremos» –vaya que sí lo han hecho con éste disco-. Tras haber absuelto mis primeras dudas, el segundo paso fue conseguir Yankee Hotel Foxtrot que, gracias a la tecnología de hoy en día, no fue problema alguno. El hallazgo: Once canciones que dibujan un paisaje sonoro distinto a lo que venía escuchando; distorsiones de guitarra, notas de piano dispersas, dulces acústicas, extraños ruidos al final de las canciones, todo ello sujeto a la voz –destruida, sobreviviente- del vocalista Jeff Tweedy.

Afiche de un concierto de Wilco

Para lograr esta obra maestra la banda tuvo que descender a su propio infierno: constantes peleas entre sus miembros que finalmente culminaron con la salida del multi-instrumentista Jay Bennett; la migraña crónica con la que Tweedy tuvo que lidiar – que acabó por convertirlo un adicto a los analgésicos- y la negativa de su sello discográfico a la hora de publicar el disco, considerándolo «nada comercial». Toda esta amargura, esta impregnada en el sonido angustioso de canciones como: I’am trying to break your heart, Radio Cure o la magnífica Jesus etc.

El título del disco tiene un origen muy singular. «Yankee Hotel Foxtrot» es pronunciado repetidas veces al final de Poor Places por una voz misteriosa de mujer. Al parecer, éste fue uno de los tantos mensajes cifrados, que los servicios secretos se envían mediante emisiones radiofónicas de onda corta. Averiguando un poco más, me enteré que en estos mensajes lo que importa son las iníciales, en este caso YHF. ¿A quien iba dirigido? ¿Qué significan esas tres letras? No sabe/no responde. Y es que el disco también logra asemejarse a eso: una señal en clave emitida de algún lugar remoto, tal vez ubicado dentro de nosotros mismos y que no conoce de cicatrices, cercano a la lenta agonía.
Desde mañana empezaré a buscar algún mensaje oculto, moviendo lentamente el dial.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.