El cabello rubio indomable, y el cuerpo de oleo y lienzo. Se hundió deseando el deseo, amó su reflejo en el agua y se quiso abrazar.
ZápÄ›stí, dulce muñeca, detrás de tus miedos, se esconden historias de aeropuertos, camas y bares, de un corazón que se enamoró de estar enamorado y desear el mísero momento en que el príncipe de turno se va, y deja junto a tu cuerpo desnudo una promesa, que te hace soñar.
Princesita Checa, que añora las partidas y promesas; pinceles que no se acabaron de lavar; y un restaurante que se pierde en una Praga de polen, de primavera de vodka y rouge… La fortuna te dio canción y él amargo desencanto…