Vengo siguiendo la polémica sobre el tranvÃa a instalar en Jaén; pero ni he oÃdo ni he leÃdo lo que creo crucial en este negocio; puesto que y como se hace en diligencias policiales, cuándo hay un crimen, la primera pregunta es; ¿a quién o quienes beneficia el asesinato? Y por lo que se está diciendo lo del tranvÃa es «un asesinato económico y social». Pero por lo que sea, «los del tranvÃa», están instalando tranvÃas en AndalucÃa y de forma que me temo, lo van a instalar hasta en las Alpujarras; por tanto el negocio es inmenso y a alguien lo va a beneficiar y de forma quizá escandalosa. Es por lo que hay que ir al quid de la cuestión.
Se dice que en Jaén se piensan gastar nada menos que diecisiete mil millones de pesetas, en ese trazado y que el mismo, va a afear calzadas, estropear arbolado y jardines y dificultar aún más el caótico tráfico rodado de nuestra capital. Por otra parte igualmente va a perjudicar al servicio de transportes urbanos, que dicho sea de paso, es de las poca cosas que funcionan, si no bien; sà que bastante aceptablemente, aunque no han sido capaces aún de subir al castillo, cosa inexplicable por lo que ello es y representa para el prestigio de la ciudad que se dice turÃstica y paradisÃaca.
Asà es que esperamos que esos polÃticos oposicionistas que están levantando tanta polvareda, averigüen qué empresa hay tras este fabuloso negocio, quienes son sus socios y que imbricación hay en todo este inmenso negocio con polÃticos en activo o al acecho, asà como sus familiares más cercanos; «entonces sabremos la realidad de este inmenso negocio», el que a la vista está; se va a llevar a cabo… «por bemoles».
Desgraciadamente ya sabemos que los intereses polÃticos son casi siempre muy opuestos a los intereses de los indefensos súbditos (de ciudadanos nada) que pagamos.