Camino por el sendero y me encuentro numerosos caminos posibles. Tu y yo sabemos que son infinitos. ¿Cuál elijo? Me siento a un lado del rocoso sendero, recapacito y vislumbro las posibilidades que hay en cada uno. ¿Elijo este o este otro? Dejo que el alma me guíe. Sé que arriesgar es de locos, pero no hacerlo es sinónimo de no saber afrontar y superar el miedo. Al fin he elegido. He optado por el que lleva por nombre «Destino y ganas de vivir», sea cual sea la consecuencia y devenir del mismo.
Yo..hoy..he optado por el mío.
©Roberto Zarco.
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