Platicando con un amigo, abogado hondureño; me decía que si Zelaya regresaba a Honduras iba a caer inevitablemente preso por que había cometido una serie de delitos; entre ellos «Traición a la patria».
Cuando me dijo esto, un escalofrío recorrió mi mente. Este delito en particular, es el que se usaba para perseguir a todos los revolucionarios; comunistas, socialistas, independentistas, nacionalistas, patriotas. Todo aquel que peleaba por un cambio en la sociedad se le acusaba de «Traidor de la patria».
Yo no estoy afirmando que Zelaya sea un revolucionario ni nada parecido, tengo entendido que antes de ser Presidente y de convertirse en «izquierda» era un millonario ganadero.
Estos tipos de conversiones son muy raras; las hay pero son muy raras.
Le pregunté al amigo que me diera su mejor opinión jurídica y me dijo que la verdad es que se había metido las patas al capturarlo y en vez de ponerlo a la orden judicial lo habían mandado al exilio, pero que habían suficientes pruebas en manos de la Fiscalía para acusarlo ante la justicia hondureña.
Que entre otras cosas; le habían ocupado en su casa de habitación y en su oficina presidencial varios miles de dólares cuyo origen se presume no legal.
Yo le dije a él que el procedimiento estaba viciado por que no habían ocupado esas piezas de convicción en presencia de Zelaya, además no había que obviar su condición de Presidente de la Nación; el que merece todo un trato preferente. En el plano político nacional e internacional Zelaya ha ido aumentando su popularidad e influencia; frente al fracaso de las gestiones de Izulsa y el rompimiento de relaciones de Honduras con la OEA la cosa se le ha puesto más fea al Gobierno golpista; el aislamiento internacional ha ido creciendo al igual que las protestas y movilizaciones a favor de Zelaya.
Para el día de mañana domingo 5 de julio de 2009 está previsto el arribo a Tegucigalpa del Presidente Zelaya; en medio de fuertes enfrentamientos populares contra la policía y el ejército.
¿Qué pasará con el Presidente Zelaya?
Esa es la pregunta que todos nos hacemos; Honduras tiene que regresar al orden constitucional y esto necesariamente pasa por restablecerle al Presidente Zelaya su condición de mandatario de su país y si va a ser juzgado por supuestos delitos cometidos se le tiene que garantizar el respeto a sus derechos constitucionales.
Fernando Saavedra A.