Acércate, mira, ven, ven, sÃ, no tengas miedo, es tu vida la que te estoy enseñando, no seas tÃmido, es tuya y tienes derecho a mirar, ¿ves? ¿A qué no pasa nada por mirar? Corre, corre que nos perdemos lo mejor y luego nos lamentamos por el tiempo perdido.
¿Viste lo que podÃas haber hecho? Si ya te lo dije yo, no deberÃas haberte empeñado, pero tú como si nada, como si no te importara, como si la cosa no fuera contigo, asà no vamos a ningún lado, siempre te dije, a ningún lado quiero ir, me contestabas y te quedabas tan ancho.
El tiempo se te ha echado encima, mira que joven estabas ahÃ, daba gusto verte, tan guapo, tan alto, tan bien parecido, eras la perdición de las nenas, y ahora, mÃrate, ¿en qué te has convertido?, que pena de años, y de kilos, con lo que podÃas haber hecho en la vida, pero mÃrate, mÃrate bien, que parece que te da vergüenza.
Ahà estás con tus tonterÃas, incapaz de terminar nada, todo para mañana, o para nunca, mejor, ¿para qué preocuparte por el futuro? ¿No ves? ¿Ahora qué? Mira, mira, acércate más, hombre, que buena pareja hacÃais, pero tú nada, te perdiste por una pasión, las pasiones hay que controlarlas, hay que enamorarse con cabeza.
¿Y dónde vas ahora? Te enseño tu pasado y te vas, hay que ver como estás, cada dÃa peor, ¿no te das cuenta de que la única forma de controlar nuestro futuro es revisando nuestro pasado? ¡Tú que te vas a dar cuenta! Hala, vete por ahÃ, pero a mà no me vengas luego con tus lloriqueos.