Reinauguración temporal: El 2 de octubre de 2009 se vuelve a levantar el telón en el legendario teatro de variedades Wintergarten -pero sólo durante seis semanas- para presentar cada noche un espectáculo muy especial titulado «Das gibt’s nur einmal, das kommt nie wieder“:- «Esto ocurre una sola vez, esto no se volverá a repetir jamás». Bajo este lema , el presidente del consejo de dirección de DEAG, Peter Schwenkow, inaugurará este espectáculo, que durará del 2 de octubre al 15 de noviembre de 2009. Se trata del espectáculo de burlesca «Black Flamingo». Lo que pasará después con el Wintergarten aún no se sabe.
Un mundo de ensueño bajo un cielo de estrellas
Estrellas se iluminan cada noche en un cielo azul nocturno del Wintergarten, cuando los artistas internacionales entusiasman al público – exactamente el marco más idóneo para pasar una noche maravillosa, bien en solitario, acompañado o en el marco de una gala exclusiva.
Variedades es sinónimo de gran variedad – artistas internacionales de altísimo nivel en un ambiente único, combinados con las alegrías culinarias de un restaurante, constituyen una garantía para unas vivencias únicas y extraordinarias.
Tres espectáculos cada año
Es un entretenimiento que divierte y que ayuda a olvidar por unas horas el ajetreo diario. Este es el objetivo. Bajo la dirección de Frank Reinhardt, quien dirige la sala desde principios de 2007, se ofrece variedad en el programa que despierta la curiosidad siempre de nuevo. Los espectáculos cobinan, por ejemplo, la música clásica, la moda, la música pop, la danza y lo exótico con gran artística y elementos del teatro de variedades para crear así una mezcla siempre muy entretenida. Todos los espectáculos garantizan al mismo tiempo la perfección artística.
Está decorado con palmeras, arbustos y plantas trepadoras siempre verdes, fuentes y grutas. Invita a los huéspedes del distinguido hotel a pasear y es muy apropiado como marco para cenas rimbombantes y celebraciones. En este mismo año tienen lugar en él los primeros conciertos.
1884
El Wintergarten se convierte en un teatro de programación y cenas. Se presentan los primeros espectáculos de variedades.
1889
El renombre de la casa se consolida con artistas invitados famosos como Saharet, Mistinguett e Yvette Guilbert.
1895
Los hermanos Skladanowsky aportan un elemento extravagante al programa: En el escenario tiene lugar el estreno mundial del cinematógrafo.
1900
Entre los aproximadamente 80 teatros de variedades de Berlín, el Wintergarten es de los principales. Ya no hay ninguna novedad, ningún espectáculo sensacional y ninguno de los grandes artistas del entretenimiento que puedan prescindir de actuar en el Wintergarten.
La sala se covierte muy pronto en una especie de «Gotha“ de los teatros de variedades. En él actúan como artistas invitados muchas estrellas de la ópera y del circo: Las famosas Tropas de Chicas, artistas virtyuosos, los payasos Grock y Charlie Rivel, el equilibrista milagroso Rastelli al igual que el artista revientaataduras Houdini.
1920
En los años veinte son especialmente dos las caras que marcan la imagen del Wintergarten junto a las modas excéntricas y talentos originales: Claire Waldoff y Otto Reutter, la primera una cantante de chanson humorístico y el segundo un humorista de gran éxito.
1944
Después de 56 años en funcionamiento y una última representación el 21 de julio de 1944, el Wintergarten es destruido por un bombardeo. Con ello, el escenario más espectacular de la artística conocido hasta entonces en Alemania acabó entre escombros y cenizas. Sólo queda una leyenda con un gran nombre Teatro de Variedades Wintergarten.
1992
El 25 de septiembre de 1992 se reinauguró el teatro de variedades Wintergarten en la calle Potsdamer StraÁŸe con un estreno brillante glamuroso como homenaje al antiguo Wintergarten que entusiasmó inmediatamente a los berlineses y los visitantes. La prensa exclamó: ¡Berlín vuelve a tener su Wintergarten!
Mientras tanto, el Wintergarten no sólo disfruta de gran popularidad entre los berlineses. A lo largo de los primeros años contó más de un millón de visitantes.
El boca a boca y los medios de comunicación hicieron que el Wintergarten llegara también internacionalmente a un público muy amplio. El Time Magazine no lo recomendaba injustificadamente como consejo cultural para viajes a Europa, pues el Wintergarten, que en su programa puede existir sin palabras, superando así las barreras idiomáticas kennt, lo que hizo que se convirtiera rápidamente en un imán de público renombrado en todas partes.
Ahora ha llegado el fin de la sala. La política cultura de la ciudad, dominada por un ejecutivo formadio de socialistas y comunistas, lleva a un empobrecimienhto de la vida cultura en Berlín Occidental, mientras que subvenciona obras en el este de la ciudad que tienen poco atractivo, pero sí mucho interés político.
Se subvenciona una sala obsoleta y con programación poco atractiva en el Friedrichstadtpalast, por el solo hecho de ser la sala emblemática del régimen comunista (aunque su historia es igual de larga que la del Wintergarten).
Por otra parte, y tal vez precisamente debido a una política cultural equivocada durante décadas, la oferta de las salas berlinesas no se ajusta ya a los gustos de los ciudadanos y visitantes de Berlín. Los musicales y las variedades no son ya lo que pide el público.
El cierre del Wintergarten el 31 de enero, después del cierre del teatro político TribÁ¼ne (31-12-2008) y de varias salas más de Berlín Occidental a lo largo de los últimos años supone un serio aviso. Por una parte, los directores de las salas deberán repensar la programación, y por otra parte, el gobierno berlinés debería condicionar las subvenciones a que se haga un teatro de calidad que responda a la demanda real del público y no los deseos ideológicos de los gobernantes y de los directores artísticos.
El cierre del Wintergarten es consecuencia de ingresos insuficientes, lo que ha llevado a la quiebra de la sala, una sala que no contaba con subvenciones. Pero también simboliza el fracaso de una política que no sabe encauzar la oferta artística para garantizar la supervivencia de las salas de teatro sobre una sólida base de ingresos resultante del éxito de las representaciones en escena. El empobrecimiento cultural de Berlín tendrá también efectos negativos para su atractivo como destino turístico. Al fin y al cabo, en Berlín no sólo se deteriora la escena cultural, se deterioran las calles, la convivencia, la economía en general, los transportes públicos, la limpieza de las calles.
Pero es la ciudad que querían los ciudadanos al elegir un gobierno nefasto e inepto. Un poco como lo que pasó en España en marzo de 2008. Ahora tienen lo que se merecen los que lo votaron.
Vista panorámica de la sala: aquí
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