No se puede sentir apatía
Cuando seres humanos en masa
Saltan fronteras como hormigas
Buscando una anhelada vida
Que les resulte mas humana.
–
Quizá en fronteras sean Ceuta y Melilla
O en el cono sur desplazados sin tierra y sin casa,
acaso mientras alguien se baña en Punta Cana
en las afueras la miseria inflama.
posiblemente indigencia en alguna City,
en cantones de lujo, centro de inversiones
tal vez viene el hastío de tanta brillantez
O en sitios exquisitos llegue la depre
Por no tener un vestido marca w, x o ye.
–
De qué soledad se habla, cuando miles
No tienen morada, niños en decenas
Sin ilusión, huérfanos, desiertos, calcinados.
De qué sirve la autocompasión y ser ingrato,
cuando se tiene todo, al dormir tranquilo
en una nube donde se estira libre dedo a dedo
y al otro día se abren los ojos, se respira hondo
se va a la nevera y se desayuna rico,
se puede sentir el agua fresca en el cuerpo
uno o muchos te dicen hola,
eres aceptado, eres amado, eres reconocido.
–
El ardor son las ganas, es esa pasión,
No se puede contagiar la indiferencia
Ni alentar la fatiga sin ninguna razón
Quizá el que está vestido, guapo y lleno
Tenga en el fondo alguna obligación
De llenar con un pequeño o gran detalle,
ese vacío de quien necesita o no pide nada.
–
Y si no nace la efervescencia porque no se quiere,
mínimo se pide el tan escaso y necesario respeto.