Cultura

Arte sorpresa

Hace tiempo que el aire huele a cambio en el ámbito cultural.

O más bien,  es el momento de que nuestros sentidos sean invadidos por algo distinto a lo acostumbrado.

Quizás es algo generacional y cada cierto tiempo nuevos estilos irrumpen intentando separarse del pasado en un afán de desvestirse de antiguas influencias,  renaciendo desnudos – muchas de las veces-,  con tan sólo la intención de provocar.

 Algo parecido a la evolución de las especies: el cambio no sólo se produce como algo deseado tras un periodo de monotonía, sino como una inexcusable razón de peso para la supervivencia.

A veces surge de la amenaza representada por la modernidad y la tecnología; una amenaza que obliga a la rotura engendrando un punto de inflexión que da lugar a nuevos enfoques. Como la irrupción de la cámara fotográfica en el mundo de la pintura. El realismo se quedó sin su principal razón de ser: retratar la existencia tal cual era.

Sin embargo, la diversidad aviva la creatividad, la pintura encontró nuevos ritmos y el impresionismo fue el  punto de partida de una serie de estilos surgidos de una manera u otra a lo largo del siglo XX , viniendo al mundo precedidos de un parto no exento de dolor:  simbolismo, dadaísmo, cubismo, surrealismo, arte abstracto…  

Se descubrió que la cámara fotográfica no era un enemigo, sino un aliado; un campo más abonado para el arte, pues esa realidad que estampaba, ofrecía una visión tan subjetiva y particular como el ojo que se escondía detrás del objetivo.

Y de nuevo otra vuelta de tuerca. Cámara, versus ordenador. De momento, han decidido aliarse, ofrecernos imágenes muy auténticas de una realidad inexistente.

Vivimos en el mundo híbrido de la simbiosis; la mezcla de la palabra y la imagen, el barro y la tinta, la pincelada y los píxeles…

Y paralelamente, la provocación por la provocación, ese arte que…  ¿es arte? ¿El preludio de un nuevo arte? ¿La inspiración? ¿Una crítica al mismo arte o a la sociedad circundante, como en el realismo?  Manifiesto una vez más mi ignorancia. Juzguen ustedes mismos. Son sólo algunos ejemplos…

Una rana crucificada expuesta en el nuevo Museo de Arte Moderno de Bolzano (www.soitu.es)

La Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla mantiene la escultura del niño ahorcado pese a las críticas (www.elmundo.es)

Una limpiadora de la Tate Britain tira una bolsa de basura sin saber que era una obra de arte expuesta (www.elmundo.es)

Piero Manzoni  y sus particulares y caras latas de… (wikipedia)

Evaristti: entre echar peces a la batidora, o darles de comer (www.adn.es)

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.