Las vacaciones son, sin duda, el momento más esperado del año por parte de la mayoría de las personas. De hecho, cuando se acercan, queremos planificar hasta el más mínimo detalle y aprovechar al máximo cada segundo. En este sentido, vamos a analizar cuál es el medio de transporte más conveniente para viajar de noche, y poder disfrutar desde el primer momento que lleguemos al destino.
Conducir de noche. ¿Es una buena idea?
El Real Automóvil Club de España (RACE) afirma tajantemente que no. La razón fundamental es que la vista es el sentido más importante a la hora de conducir un vehículo. Y, durante la noche, la visibilidad se reduce ostensiblemente. Algo todavía más patente en todas aquellas personas que sufren de miopía. Además, tampoco podemos obviar el cansancio. Aunque tratemos de pasar unos días tratando de cambiar nuestros hábitos de sueño, lo normal es que acabe haciendo acto de presencia. Si no sabemos parar a tiempo, las consecuencias pueden ser adversas.
Otro motivo por el que muchos viajeros hacen el trayecto por la noche desde su ciudad a la Costa Brava o a cualquier otra zona de sol y playa dentro del país, es para aprovechar su estancia desde el primer minuto. Pero ¿realmente es esto posible tras haber pasado la noche sin dormir y conduciendo? Lo normal es que no. Es más, lo más probable es que caigan rendidos en la cama del alojamiento.
Así que, aunque por la noche haya menos tráfico y, con ello, menos riesgo de sufrir retenciones, conducir durante la noche trae asociado más riesgos que ventajas, por lo que no merece la pena. Tu seguridad, la de quienes te acompañan y la del resto de usuarios de la vía es lo más importante.
Otras alternativas para viajar de noche
Ha quedado claro que, por mucho café que tomemos, conducir de noche supone muchos riesgos. Entre las alternativas más relevantes en lo que respecta a viajes largos, está el avión. Sus ventajas en este sentido son las siguientes:
- Podremos cubrir una distancia larga en muy pocas horas.
- Tendremos la posibilidad de dormir durante el viaje.
- Evitamos la tensión de estar al volante con nuestros cinco sentidos puestos en la carretera durante toda la noche.
Sin embargo, si viajamos a algún destino cercano, tomar un avión durante la noche no es lo más conveniente. La razón es que deberemos estar en torno a dos horas antes en el aeropuerto para superar el control de seguridad y facturar el equipaje. Además, también tardaremos un buen rato en desembarcar. Tiempo que perderemos de descanso.
Una gran alternativa son los trenes nocturnos y, en especial, los coches cama. Sin duda, consideramos que es la mejor opción a la hora de viajar de noche de un lugar a otro, y empezar el día en el destino elegido, descansado y a tope de energía.
Pensemos que estos trenes cuentan con camas y todo el equipamiento necesario para facilitar el descanso de los viajeros. Algo que no se puede hacer en el coche, y en el avión, a menos que sea un viaje largo.
En definitiva, los principales organismos especializados en seguridad vial no aconsejan conducir durante la noche, a no ser que sea estrictamente necesario. El motivo es que la visibilidad es más reducida y el cansancio puede acabar haciendo mella en nuestra atención. Por su parte, aunque el avión es una buena alternativa, no iguala a la de los trenes nocturnos. Sin duda, el medio de transporte ideal para aprovechar el tiempo que tardamos en ir de un sitio a otro descansando.