Economía

El día del Padre Putativo (El consumismo de la cultura de los días especiales)

San José, festivo, en la mitad de las Comunidades Autónomas, más o menos, el día del Padre, en todas, porque sí, porque interesa, ¿a quién? ¿Quién sabe? Vender, vender, vender, comprar, comprar y comprar.

Padre de Jesucristo, el fundador del cristianismo, en una afirmación falaz, pero aceptada, padre putativo, en todo caso, a su esposa no cató, valiente idiota, así que debería de ser el día del Padre Putativo, sí señor.

Llama a tu padre, cómprale una corbata, ¡sé un buen hijo, pardiez!, el mañana no importa, el ayer se olvidó, sólo importa el hoy, no le digas que te han echado del trabajo, no le digas que tu mujer te dejó, no le digas que te quitaron el piso, hoy es su día, no se lo estropees, mañana, mañana Dios dirá, sí, Dios, el verdadero padre de Jesucristo, el típico padre ‘vive la virgen’ que no se preocupó por su hijo hasta que ya estuvo criado, y para pagar facturas el pobre San José, que no me extraña que le hicieran Santo, bendita cruz la suya.

No vayas a casa sin regalo, los Centros Comerciales viven de este día, y de otros días especiales, ¡hay tantos! Todo el mundo tiene su día, todos menos yo, que no soy padre, ni madre, ni mujer trabajadora, ni niño, ni estudiante, nada de nada. Tengo que poner remedio a esta injusticia universal.

Voy a elegir mi propio día, el 14 de abril, fecha añorada, a partir de ahora será el día de Rubén, y todo el mundo me querrá, todo el mundo me regalará absurdas idioteces y yo sonreiré inocente, inocente pero feliz, porque todo el mundo querrá hacerme feliz, en mi día, en el día de Rubén.

Y así entraré en la vorágine del consumismo atroz que nos tiene presos bajo condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad bajo fianza, un consumismo que nos impide ver más allá de nuestra cuenta corriente, que nos lleva a la tremenda equivocación de juzgar a nuestros semejantes por lo que tienen en lugar de por lo que son, que nos hunde cada vez más en el afán de posesión, queremos, queremos, queremos tener más que los demás, ¡no! Me niego, mi día será diferente, el día de Rubén será el día de dar, pero no a mí, sino a los que lo necesitan, de verdad, a aquellos que no tienen problemas de hipoteca, porque ni siquiera tienen hipoteca, a aquellos que no tienen problemas de subidas del precio de los alimentos, porque no se pueden permitir comprar alimentos, a aquellos que se contagian con el Sida, porque no tienen capacidad de comprar preservativos ni educación suficiente para comprender su importancia, sí, así será el día de Rubén.

Pero hoy, hoy es el día del Padre, así que me voy a llamar al mío.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.